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Diario de una madre teletrabajadora

Una puerta de por medio

Día 40. Recurro nuevamente al mejor consejo que me han dado para afrontar la maternidad: cuando ya no puedas más, pon una puerta...

Una puerta de por medio

Día 40. Recurro nuevamente al mejor consejo que me han dado para afrontar la maternidad: cuando ya no puedas más, pon una puerta de por medio. El trozo de madera hace innecesarios los gritos, te concede un respiro y el tiempo a solas que necesitas para refrenarte e impedir cualquier acción irreparable. Tres cuartos de hora para apurar dos cazos de crema de champiñones es más de lo que cualquier madre teletrabajadora puede soportar, incluso en el inicio de una desescalada. Cuarenta y cinco minutos de reproches ("si sabes que no nos gusta el puré"), falsedades ("me duele el cuello al tragar"), argumentos marcianos ("los champiñones son como moho grande") y preguntas para marear la perdiz ("¿son los champiñones verdura? ¿Viven los nomos en los champiñones que tú compras o solo en las setas del bosque?"). Tres cuartos de hora después, la crema sigue en el plato y la pescadilla se enfría, de manera que les anuncio que he decidido acabar de comer a solas en la cocina, que voy a cerrar la puerta y que bajo ningún concepto deben comunicarse conmigo en dos horas. 21 respiraciones de ida y otras tantas de vuelta. Cinco minutos para terminar de almorzar jurando que si esto acaba bien jamás volveré a quejarme del office del diario. Higiene dental y un refugio a puerta cerrada, con un ordenador que ofrece de fondo de pantalla la isla de Alcatraz. '¿Te gusta lo que ves?' Me encanta, una prisión de máxima seguridad, aunque yo soy inocente, señoría. Una buena conversación adulta con un objeto inanimado y tu propia conciencia rebaja las tensiones. La puerta se abre y dos boquitas tienen la osadía de preguntar qué hay para cenar. "Hamburguesa y cus cus". Una ovación. Ya por la noche, cuando saco a relucir el asunto de la comida fallida, él me pide que por favor lo olvide, con Queen a grito pelado, cuchara en mano. "We are the champiñons, we are the champiñons".

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