Los médicos de la sanidad privada de Balears se empiezan a preparar para regresar a una relativa normalidad cuando se supere lo peor de la pandemia del Covid-19. De hecho, hospitales como la Quirón Salud Palmaplanas instan a la población mallorquina a acudir al centro hospitalario ya que, aseguran, la seguridad para todos los pacientes que necesiten atención está garantizada.

"Todas las patologías están preparadas y abiertas, con circuitos seguros tanto en Urgencias, Radiología y pruebas diagnósticas que no son Covid-19", explica el director de Comunicación de la Quirón Salud Palmaplanas, Kiko Ferrer. En este centro hospitalario, por ejemplo, se pueden observar desde hace tres semanas mamparas de protección en los mostradores y la entrega de mascarillas a todos los pacientes que acuden a consultas.

Ferrer considera "muy recomendable" ir al médico porque no acudir "es contraproducente para la salud". Los pacientes que se ven obligados a pasar por el quirófano, abiertos desde esta semana, son sometidos a pruebas de PCR, y se pospone la operación a otra fecha a los que están contagiados.

Capítulo aparte merecen las mujeres embarazadas. Se les hace una prueba el día anterior a su ingreso, y las que dan positivo entran en un quirófano con medidas especiales para proteger tanto a la madre como al recién nacido. "No hay transmisión de madre a hijo, pero cuando el niño o la niña nace es susceptible de infectarse", subraya Ferrer.

Los pacientes con enfermedades crónicas, como las patologías cardiovasculares, han de someterse a un seguimiento continuo por parte del médico, por lo que se les recomienda que no dejen de acudir a los centros hospitalarios, desde donde se les aseguran todas las medidas de protección. Se espera que con el paso de los días la situación de estrés del personal sanitario se reduzca y que, pese a las dificultades, que persistirán, se vaya hacia una lenta normalidad.