Unos 200 alemanes con negocios o viviendas en Mallorca han pedido por carta a la presidenta del Govern, Francina Armengol, que se levanten "cuanto antes" las restricciones impuestas por la crisis del coronavirus para permitir la llegada de extranjeros con empresas o residencias en la isla. La misiva, escrita por el empresario afincado en la isla Ralf Becker y distribuida después de forma masiva, pone en duda la "legalidad" del estado de alarma, que califica ya de innecesario, y reclama la reapertura casi total de Balears para ese sector de la población. "No es lo mismo el turista de masas de s'Arenal o de Punta Ballena que el que tiene una casa de lujo en s'ArenalPunta BallenaAndratx, explicó ayer Becker a este diario. "Puedes prescindir de los turistas durante un año, porque volverán. Pero si ahuyentas a los inversores, no volverán pronto", sentencia la carta.

Ralf Becker (Hannover, 1965), reside en Mallorca desde hace cinco años y es propietario de una empresa de sistemas de seguridad con sede en Santa Ponça (Calvià). El pasado domingo remitió la carta a la presidenta del Govern y la distribuyó a unos 400 contactos. Casi la mitad de ellos, según confirmaron ayer fuentes del Govern, la enviaron a su vez al Consolat. En la misiva, solicitan que se ponga fin "rápidamente" al estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus y que se permita el acceso a la isla "a los propietarios extranjeros" en cuanto se levante. Los alemanes critican la intención de Armengol de seguir restringiendo su llegada a Mallorca una vez finalice la alarma, y apuntan que esta medida "es una violación inaceptable del derecho a la propiedad privada".

Becker y el resto de remitentes señalan que escogieron Mallorca para invertir porque lo consideraron "un entorno seguro". Sin embargo, aseguran ahora tener "serias dudas sobre la seguridad jurídica en España y en las comunidades autónomas".

En el texto se consideran "completamente exageradas" las medidas adoptadas para frenar el avance del virus. "Otros países, como Alemania, han logrado resultados similares o mejores sin tomar medidas tan drásticas contra la población", sostienen. Además, aseguran que ya no hay riesgo de colapsar el sistema sanitario y no deben mantenerse las restricciones ante la reducción de casos: "Las consecuencias económicas y psicológicas son desproporcionadas para el beneficio".

En este sentido, señala que los inversores pueden buscar otros destinos si no se levantan las restricciones. "Puedes prescindir de los turistas durante un año, porque volverán. Pero si ahuyentas a los inversores, no volverán pronto", sentencia la carta, que ensalza "la cantidad de empleos que han creado los inversores extranjeros en los últimos años", en sectores como el inmobiliario o el ocio de lujo.

La carta plantea tres peticiones básicas a Armengol. Por un lado, que se permita la llegada a Balears de los extranjeros con propiedades en Balears en cuanto se de por finalizado el estado de alarma. Por otro, que no se prolonguen más las restricciones y finalmente que se vuelvan a abrir "tiendas, restaurantes, campos.

Becker, con quien este diario contactó ayer, aseguró que debe diferenciarse entre el turismo de masas que cada verano llena lugares como s'Arenal o Punta Ballena de los acaudalados visitantes que disponen de "casas de vacaciones" en Balears. "Estos no son un riesgo para el sistema sanitario. Tienen un gran poder adquisitivo y quieren venir a jugar al golf o ir a restaurantes", apuntó.

También empresarios y visitantes británicos han mostrado en las redes sociales su inquietud por la imposibilidad de desplazarse a Mallorca en esta situación. Algunos han llegado a planear triquiñuelas como empadronarse en la isla a fin de que las autoridades les permitan viajar al tener fijada así de manera oficial su residencia en Balears.