"Me avergüenzo de ser alemán". Ciudadanos germanos con viviendas en Mallorca han censurado con esta claridad la carta remitida por unos 200 compatriotas suyos -buena parte de ellos empresarios- a la presidenta del Govern, Francina Armengol, para reclamar una reapertura inmediata y casi total de la isla. Estos alemanes, en correos remitidos a este diario, reprochan la "falta de sensibilidad" y la "arrogancia" de estas peticiones, que a su juicio valoran más "el bienestar de las propias inversiones que la salud de la población mallorquina". La Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI), que agrupa a las principales inmobiliarias de viviendas de lujo, cuestionó también estas reclamaciones y ofreció su colaboración para crear una mesa de trabajo "desarrollar medidas urgentes para el rescate y reactivación de la economía".

La carta, redactada por el empresario Ralf Becker y remitida después de forma masiva al Consolat, ha generado airadas reacciones de ciudadanos alemanes vinculados a Mallorca. Una germana residente en Llucmajor, que prefiere mantener el anonimato, se pregunta: "¿con qué derecho exigen estas personas un tratamiento especial para sí mismas?". "¡Me avergüenzo de ser alemán cuando leo extractos de la carta!", afirma. La mujer cuestiona estas reclamaciones económicas en plena crisis sanitaria y pide a los empresarios donaciones para "ayudar a las familias necesitadas". "Desafortunadamente, debido al coronovirus, ¡hay muchas en Mallorca!", clama.

Esta misiva tacha de "arrogante y presuntuosa" la afirmación de Becker y el resto de que las medidas para frenar la pandemia en España son exageradas. "¿Cómo habría reaccionado Alemania con 204.000 personas infectadas y más de 21.000 muertes?", cuestiona. "Esperaba que con esta crisis la gente encontrara el camino de vuelta a valores como la solidaridad, la ayuda y el apoyo. ¡Pero parece que por desgracia todavía hay gente que es absolutamente inmune a esto!", lamenta.

Petra Goessler, otra alemana que pasa varios meses al año en Mallorca, considera que la carta de sus compatriotas es "totalmente inapropiada". "Valora más el bienestar y la seguridad de las propias inversiones que la salud de la población en la isla. No hay inversiones sin riesgo", considera. Goessler enumera las restricciones impuestas en diversos estados alemanes para dejar claro que también allí se han fijado severas limitaciones. "En Rügen no habría podido cruzar las fronteras del estado. En Mecklemburgo-Pomerania Occidental está totalmente prohibida la entrada a los no residentes o quienes tienen allí una segunda residencia", enumera. "Las razones son evidentes: si a los residentes se les unen, los turistas, el sistema de salud podría alcanzar sus límites". Esta ciudadana considera que, pese a que Mallorca tenga una tasa de infección inferior a la media nacional, "poner en riesgo esta situación positiva con medidas de relajación prematuras sería una negligencia".

La mujer insiste en reprochar que se antepongan los intereses económicos a la salud y en el daño que suponen estas peticiones para la colonia alemana de Mallorca. "Sale una vez más la cara del 'alemán feo', que incluso en estos tiempos infelices se preocupa principalmente de su propio bienestar". Goessler elogia, al final de su carta, a los mallorquines. "Quien invierte aquí como extranjero lo hace en un país de acogida y debe actuar solidariamente, en las buenas y en las malas. Estamos agradecidos a todos aquellos que aseguran el suministro sin problemas de los bienes esenciales en la isla", remacha.

Finalmente, pide a la presidenta del Govern que se moleste por las peticiones de los empresarios alemanes. "Sería bueno que supiera que también hay extranjeros que declaran su solidaridad con sus decisiones", sentencia.

También desde el ámbito empresarial se han desmarcado de las peticiones de Becker y el resto de inversores y residentes alemanes. La ABINI, asociación que agrupa a las principales inmobiliarias que operan con ciudadanos extranjeros en propiedades de alto nivel, señaló en un comunicado que "la enorme mayoría de nuestros clientes están apoyando los esfuerzos de control sanitario como prioridad absoluta y respetan las normas europeas y españolas en vigor para frenar la Covid-19".

Por otra lado, la ANIBI emplazó al Govern, a los sectores empresariales y la sociedad civil para recuperar "cuanto antes la vitalidad, energía y fuerza" de Balears. Y emplaza a crear una mesa de trabajo transversal para desarrollar "medidas urgentes para el rescate y la reactivación económica".