De luto. El Centre Cultural de Sant Joan llora la muerte de su fundador Carles Costa Salom, que ha fallecido este domingo a los 86 años. Gran defensor de la cultura popular, ha sido clave en la dinamización cultural de su pueblo natal y ha llevado el nombre del municipio del Pla por España y Europa pero el principal legado que deja a "sus hijos" del Centre Cultural es su gran enseñanza: "apreciar lo que supone organizar actos y hacer cosas por los demás sin pedir nada a cambio y con la única misión de disfrutar y al mismo tiempo dinamizar nuestro pequeño pueblo". Son palabras de Toni Bauzà, miembro de la junta directiva, que recuerda como de pequeño, sin una oferta lúdica como la actual, Carles Costa les animó a participar en muchas cosas y ya de mayores "nunca puso freno a nuestras propuestas". "Gracias a él, el Centre Cultural ha sido una segunda familia", confiesa Maria Montserrat Company, una opinión extensible a todos sus miembros que siempre le recordarán y lo tendrán presente en cada uno de sus actos.

Carles Costa fundó en 1976 el grupo de ball de bot, que, entre otros reconocimientos, conquistó en 1997 el primer premio de música, danza y vestuario en el Festival Mundial de Danzas Folklóricas celebrado en la comarca Bielsco-Biala en Polonia, además del primer premio de danza en el VIII Festival Mundial de Danzas Folklóricas celebrado en Palma en 1999. En estas cuatro décadas, Costa ha transmitido su pasión por el ball de bot a toda la familia de balladors y balladores de Aires de Pagesia, que le recordarán por todos los momentos "inolvidables" que han vivido: ballades, viajes, acampadas, fiestas, comidas...

Costa ha sido clave en la dinamización cultural de Sant Joan y en la recuperación de tradiciones. En 1979 creó en Centre Cultural de Sant Joan, una entidad que además de Aires de Pagesia engloba los Dimonis, la Colla de Diables, la figura de los Corbs de Sant Nofre y Sant Joan Pelós, pero que a lo largo de sus cuatro décadas de existencia ha impulsado distintas iniciativas como los conciertos de jóvenes intérpretes, la Banda de Tambors i Cornetes o la Cavalcada dels Reis, entre otros.

Ahora que los dimonis están en pleno esplendor, Sant Joan presume de sus siete figuras diabólicas que encarnan los siete pecados capitales gracias a la inquietud de Costa por recuperar tradiciones. Fue en 1983 cuando encargó al escultor Antoni Roig la confección de los caretas de los Dimonis. Margalida Bauçà fue la modista encargada de los trajes que fueron pintados por pintores locales vinculados a la entidad. "Ha sido un claro ejemplo a seguir. Siempre tenía las ideas muy claras para dinamizar la cultura en Sant Joan", resaltan desde la junta directiva. También fue un pionero. Gracias a los distintos intercambios de Aires de Pagesia con grupos de Cataluña, en 1993 se presentó la Colla de Diables, la más antigua de Balears. Durante estos intercambios en tierras catalanas, los integrantes de Aires de Pagesia disfrutaban de los correfocs catalanes y no dudaron en importar esta tradición al municipio santjoaner. Ahora que los correfocs se han convertido en una fiesta de lo más arraigada en Mallorca, la localidad del Pla presume de ser pionera a nivel insular en esta tradición, todo gracias a Carles Costa, el alma del Centre Cultural de Sant Joan. "Carles Costa nos inculcó la estima y la pasión por el ball de bot, los dimonis y los ball de bot dimoniscorrefoc, concluye Guillem Company.