La Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca (Apaema) informó ayer de que agricultores de la isla han sustituido 110 kilómetros de plástico de acolchado convencional por biodegradable. En una nota de prensa, la asociación explicó que este plástico se usa tradicionalmente en agricultura para evitar la competencia entre el cultivo hortícola y las plantas espontáneas, protege el suelo y lo calienta. Esta acción, según Apaema, tendrá un impacto positivo sobre del medio ambiente porque "no dejará residuos y se ahorran recursos naturales en su fabricación". El cambio ha sido posible, por segundo año consecutivo, gracias al acuerdo entre Apaema y Mallorca Preservation Fundation (MAPF), las cuales firmaron un convenio de colaboración el pasado año.