Miles de trabajadores, que han pasado los últimos quince días confinados en sus domicilios, pudieron volver ayer al trabajo volver ayer al trabajo no exento de dificultades. "Esta mañana he salido a trabajar, pero tengo muy poco qué hacer. La mayoría de mis clientes aún no han abierto sus negocios y hasta que no lo hagan tendré mucho tiempo libre", señalaba un trabajador del sector servicios, que ayer acudió a una tienda del Polígono de Son Castelló en busca de suministros. Empezó su jornada como cada día, a las ocho, pero la "terminaré mucho antes por falta de trabajo".

Un sector que recobró ayer la actividad fue el de la construcción. En la mayoría de obras trabajó ayer mucha menos gente de lo habitual porque muchas funcionan con subcontratadas y algunas han decidido esperar a que las cosas mejoren para reincorporar a sus plantillas.

Las autoridades habían aconsejado que se aumentaran las medidas de seguridad, utilizando material de protección para evitar un contagio masivo del coronavirus. Sin embargo, ayer se pudo apreciar, sobre todo en las obras públicas que se realizaban en las calles de Palma, cómo los obreros estaban unos junto a otros, a muy poca distancia, sin que ninguno de ellos utilizara mascarillas de protección. Algunos obreros se quejaron de la falta de rigor al aplicar estas medidas de seguridad, pero señalaron que prefieren adoptarlas ellos mismos, usando las mascarillas que han comprado, antes que denunciar la situación, porque no quieren correr el riesgo de perder el empleo.

Desde las patronales se responsabiliza de la situación al Gobierno. "Ayer [por el lunes] recibimos los protocolos y de un día para otro es imposible conseguirlo todo", comentó la presidenta de la Asociación de Industrias de Materiales de Construcción de PIMEM Oscar Carreras, vicepresidente de CAEB. Aseguró que se trabaja intensamente para solventar "los problemas de logística y suministro" de materiales de protección para cumplir la normativa. Sobre estos asuntos se intentó ayer poner orden en la reunión que mantuvo el conseller de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, con patronales, sindicatos, colegios profesionales e instituciones. Entre otros aspectos, se acordó que los trabajadores deberán rellenar a diario un parte de salud y harán jornada continua.

En los polígonos industriales de Palma se veían ayer más coches y furgonetas circulando por las calles, que clientes entrando en los comercios. Manel Serra, dirige una tienda de suministros en Son Castelló, y señaló ayer que apenas entró a comprar una décima parte de la clientela habitual. Lo mismo ocurrió en otros comercios que después de tener cerrado durante quince días, los clientes entraban a cuentagotas.