"En Riu creemos que esto es muy similar a una hibernación. Una fase en la que absolutamente todo el negocio está paralizado por un tiempo que todavía para nosotros es una incógnita. En destinos estacionales, como Balears o Andalucía, empezamos a considerar que la temporada está perdida y con ello, prácticamente todo el año". Las declaraciones son de Joan Trian Riu, consejero directivo corporativo de Riu Hotels, cadena en la que ven cómo cada vez se diluye más la posibilidad de salvar la temporada turística 2020.

La reactivación de la economía no será igual en todos los sectores. Concretamente, la del sector turístico se augura lenta. Así lo explica el vicedecano de la Facultad de Turismo y profesor de la UIB Tolo Deyá, quien augura "una recuperación lenta, porque hay que recuperar la confianza" y porque la gente tendrá que recuperarse, también, de su capacidad económica para poder viajar. "Calculo que en menos de dos años los comportamientos no van a volver a la normalidad, porque llevamos el susto en el cuerpo", menciona Deyá. Además, el especialista de la UIB aprecia especiales riegos en el turismo de cruceros, porque la concentración en poco espacio de miles de viajeros y tripulantes es contradictoria con las normas de prevención vigentes y podría serlo con las futuras. Una fragilidad que también podría afectar al sector aéreo.

Gabriel Escarrer, vicepresidente de Meliá Hotels, también prevé una recuperación espaciada, aunque no se alarga tanto como los cálculos del profesor de la UIB: "Mientras el conjunto de la economía podría experimentar una recuperación en 'U', iniciando la reactivación de la demanda mucho más rápido, al turismo podría costarle mucho más, no retornando a los niveles previos a la crisis hasta finales de año", piensa Escarrer.

Por su parte, la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Maria Frontera, evita hacer previsiones: "Debemos estar vigilantes ante los posibles acontecimientos para ir adaptándonos y aprovechar las posibilidades que podamos tener a medio o largo plazo". A su parecer, "la confianza de los consumidores en la recuperación de los países más azotados por la pandemia dependerá de la eficacia en abordarla", opina, haciendo referencia a la eficacia de las medidas que se tomen para reactivar la economía desde sus múltiples factores.

En esta misma línea se divisa el parecer de Joan Trian, que señala que los países que consigan "ofrecer imagen de seguridad y de tener la situación bajo control serán los que recuperen antes su demanda. En esta fase de recuperación, la comunicación jugará un papel importante", advierte el directivo de Riu.

Escarrer tampoco espera que "ningún país quede estigmatizado por el coronavirus" al ser un problema global, pero incide en que "la gestión que cada país realice de la crisis sí será muy importante para la reputación y para la confianza en su marca".

Por contra, el especialista de la UIB cree que la misma reputación de "destinos seguros" ganada en la última década por España frente a lugares de la cuenca mediterránea como Túnez, Egipto o Turquía, ahora puede desvanecerse, por la percepción que puedan tener en Alemania, Francia y Gran Bretaña. No obstante, plantea otra posibilidad: "Si la pandemia, desgraciadamente, se propaga rápidamente en países emisores como son Alemania y Gran Bretaña, puede acabar haciendo que la gente piense 'bueno, esto es un problema de todos, no eran tan malos los del sur'".