Los controles por carretera se han intensificado con motivo del comienzo de la Semana SantaBuena prueba de ello es que Guardia Civil y Policía Nacional, en coordinación con las distintas policías locales, identificaron el miéscoles a 7.000 personas y supervisaron 6.500 vehículos en los aproximadamente 500 puntos de vigilancia desplegados por todo el archipiélago. Lo que se perseguía era verificar que estos desplazamientos estuvieran plenamente justificados y no se tratara de desplazamientos a segunda residentcia.

En dichos controles se ha vigilado que fuera solo una persona en el vehículo y, si viajaba una segunda persona, que estuviera plenamente justificado. En este caso, cada persona debe ir en un asiento, en diagonal y se permite si uno de ellos es un discapacitado, un menor o alguien con dependencia que no pueda quedarse solo. Estas son las excepciones que se contemplan.

Asimismo, los distitntos efectivos policiales movilizados impusieron el miércoles 716 denuncias por desodediencia, al incumplir las restricciones recogidas en la alerta sanitaria por el COVID-19. La mayoría de estas propuestas de sanción se debieron a personas que se encontraban en la vía pública o bien circulaban en coche sin causa justificada y no atendían a las repetidas indicaciones de los funcionarios policiales de regresar a sus respectivos domicilios. En Palma También fueron detenidas el miércoles seis personas en las islas por desobediencia, cuatro en Mallorca y dos en Ibiza.

Según los datos del Ministerio del Interior, hasta el momento se han levantado ya más de 7.000 actas administrativas por incumplir el confinamiento domiciliario en Baleares durante el periodo del estado de alarma. A nivel nacional, las propuestas de sanción ascienden a más de 400.000. Las infracciones administrativas detectadas en el archipiélago pueden llevar aparejadas multas de 600 a 30.000 euros, en aplicación de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana.