La cifra de denuncias por violencia de género recibidas por la Policía Nacional de Palma se ha reducido a la mitad el pasado mes de febrero en comparación con el mes anterior. Este dato contradice los temores existentes sobre un posible aumento de los casos de malos tratos durante el periodo de confinamiento posible aumento de los casos de malos tratos durante el periodo de confinamientoimpuesto por el decreto de alarma para frenar la expansión del coronavirus. En cualquier caso, las Fuerzas de Seguridad del Estado y las policías locales de Balears han incrementado las medidas de protección a las víctimas, especialmente el control telemático y telefónico de las mujeres.

Uno de los temores expresados por los expertos tras la puesta en marcha del confinamiento era que aumentasen los casos de violencia de género, como se habían dado en las zonas más castigadas por el coronavirus en China. Por ello, los Cuerpos de Seguridad del Estado pusieron en marcha mecanismos de control para facilitar la denuncia y desde Delegación del Gobierno se insistió en los primeros días que la limitación de movimientos no podía afectar a una víctima de malos tratos, que tenía plena libertad para salir de su domicilio y presentar denuncia.

Sin embargo, estas previsiones no se han cumplido. La Policía Nacional recibió durante el pasado mes de marzo 140 denuncias por violencia de género, lo que supone un descenso de un 50% respecto a los meses anteriores. Por lo que respecta a la Guardia Civil, la cifra de estas denuncias se mantiene estable, sin que se haya detectado ningún repunte.

Veteranos agentes de la Policía apuntan como causas de esta caída, además del refuerzo en las medidas de protección de las víctimas, un aspecto relacionado directamente con el estado de alarma: la clausura de bares y establecimientos de venta de bebidas alcohólicas. Según estos expertos, una gran parte de los casos de malos tratos que se registran en Palma están vinculados a un excesivo consumo de alcohol. Las restricciones afectan ahora directamente a la venta de bebidas alcohólicas, lo que habría supuesto un descenso en la conflictividad de algunos individuos.

Según los datos de la Coordinadora contra la Violencia de Género de Delegación del Gobierno, el pasado mes de enero había en Balears 2.558 casos sometidos a vigilancia. De ellos, 1.391 representaban un nivel de riesgo no apreciado, 912 eran de riesgo bajo, 235 eran de riesgo medio, 18 de riesgo alto y dos estaban en una situación de riesgo extremo.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Palma anunció ayer que ha contratado habitaciones en un residencial comunitario de la ciudad para la prestación del Servicio de Acogida para Víctimas de Violencia de Género y sus hijos. Se trata de 19 plazas ampliables hasta la cincuentena. Esta medida supondrá un gasto de 14.725 euros y se prolongará durante un mes, con la previsión de que pueda prorrogarse hasta finales de año, según las necesidades. Según la concejala Sonia Vivas, "nuestro objetivo es ofrecer una alternativa residencial y alimenticia a todas las mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos que se dirijan al centro de acogida".