La entidad Naüm está tratando de reducir la brecha digital de los niños sin recursos de Son Roca y otros barrios de la zona llamando cada día por teléfono a los que no tienen internet en casa, solo en el móvil de sus padres, y enviando fotos para que hagan deberes y manualidades, además de todo tipo de material de utilidad para las familias. Cuando han hecho las tareas, los niños las envían con otra fotografía a sus educadoras de referencia, que les llaman de nuevo para corregir dichas actividades o resolver dudas.

La iniciativa de la organización socioeducativa se debe a que la mayoría de las 850 familias a las que ayudan durante todo el año no tienen internet ni ordenador, "lo que perjudica el rendimiento escolar que puedan tener estos niños durante el confinamiento, dado que el nivel educativo de los padres y madres no les permite compensar en casa la ausencia de un profesor", como explican.

Lo más preocupante, añaden, es el futuro, "el alcance de la crisis económica que vendrá y su impacto social". Por ello, la directora general de la entidad, Margalida Jordà, destaca lo fundamental que es "aumentar las medidas de protección de los colectivos con mayor vulnerabilidad, como los niños, familias monomarentales y personas dependientes, entre otros". Reclama que las administraciones "se comprometan más que nunca con el territorio, ya que Naüm es el único recurso que hay en la barriada". Sin esa garantía, "la entidad no podría llevar a cabo intervenciones, lo que conllevaría un fuerte aumento de las familias en situación de exclusión social", según la presidenta.

Mientras se prolonga el estado de alarma y el confinamiento, la organización continúa haciendo llamadas telefónicas periódicas a todas las familias que atiende. "Dependiendo de la gravedad de su situación económica, se reparten ayudas para la alimentación e higiene, a través de tarjetas del programa CaixaProinfancia", tal como detallan. La población de Son Roca se ha visto "doblemente golpeada por el coronavirus, ya que no solo sufren la pandemia, sino que aún, en muchos casos, no han salido de la crisis de 2008 y están en el paro o en el mercado de la economía sumergida".

Para los que tienen internet y dispositivos telemáticos, reciben de sus educadoras contenidos de ocio y educacionales destinados a los niños y jóvenes, con los que también realizan intervenciones educativas grupales con videoconferencias.