Seguir el rastro de la enfermedad es una de las estrategias que más impacto tienen en la lucha contra la pandemia, a falta de una vacuna. China y Corea del Sur son dos casos de éxito en esta guerra y en ambos casos usaron tecnología para comprobar el nivel de cumplimiento de la cuarentena de sus ciudadanos a través de sus teléfonos móviles y también para seguir la pista de casos positivos sin identificar.

"En España no hemos llegado a ese punto y aquí todos los rastreos son anonimizados. Pero en Corea del Sur, por ejemplo, identifican en un mapa quién está contagiado en un determinado barrio y quién no. Así todos los vecinos se enteran. Por supuesto son sistemas mucho más agresivos para la privacidad de las personas que los que se utilizan aquí", manifiesta Jordi Morell, jurista especializado en nuevas tecnologías en el despacho Términos y Condiciones.

También en Polonia y Eslovaquia están ensayando fórmulas que en España probablemente chocarían con la ley de protección de datos. "Hay autoevaluaciones en las que tienes que introducir todos tus datos personales y recogen tu posición en intervalos de doce horas. También es un sistema más duro de controlar una cuarentena", subraya Morell.

El modelo de Alemania es diferente. "Hay una aplicación que revisa tu histórico de movimientos y te envía una notificación si has estado cerca de algún foco de contagio", explica.

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