La vacuna más deseada podría llegar antes de lo previsto gracias a la Universitat de les Illes Balears (UIB. Una tecnología desarrollada por el grupo de Nutrigenómica en sus estudios con hurones permitiría acortar los plazos para evaluar los efectos del fármaco preventivo contra el coronavirus.

Estos animales están considerados los más adecuados para analizar las infecciones virales respiratorias por la similitud de sus pulmones con los humanos, que reaccionan de forma parecida. De hecho, han sido utilizados ya para estudiar enfermedades similares. El equipo encabezado por el doctor Andreu Palou, director del Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología, está acelerando la comercialización de esta herramienta para que esté disponible en las diferentes investigaciones sobre la vacuna de la Covid-19.

El equipo de Nutrigenómica de la UIB, que lleva dos décadas investigando con hurones para diversas aplicaciones, logró hace unos años un array del genoma completo del hurón. Esta utilidad permite evaluar la reacción de los genes ante diferentes estímulos externos, como la administración de un fármaco.

En el caso del coronavirus, esta investigación puede resultar crucial para acortar plazos. "Los pulmones y las vías respiratorias de los hurones tienen una sorprendente similitud a los de humanos, por lo que son utilizados para estudiar enfermedades como la gripe, la fibrosis quística, el cáncer de pulmón o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Estos animales contraen los mismos virus respiratorios que los humanos y están considerados los más adecuados para estudiar la infección y transmisión de la gripe humana", explica el doctor Andreu Palou.

Las similitudes entre los pulmones humanos y los de hurones y la tecnología desarrollada por el grupo de Palou puede resultar fundamental para acortar los plazos para dar con la vacuna. "Como reaccionan igual, no es necesaria la manipulación previa y la adaptación, a diferencia de lo que ocurre con otros animales como los ratones. Por eso esta tecnología puede hacer ganar tiempo y facilitar las cosas", señala. Esta herramienta ya fue utilizada con éxito el año pasado por un investigador estadounidense, al que la UIB transfirió el material para un estudio sobre patogénesis viral y vacunación. Palou considera que si un fármaco se muestra eficaz con los hurones, las probabilidades de que sea útil en los humanos es "alta".

Una empresa multinacional se ha interesado ahora por esta utilidad para la búsqueda de una vacuna contra el virus que ha puesto en jaque al mundo entero. El grupo de Nutrigenómica está trabajando para acelerar la licencia y cerrar el acuerdo. Así, podrá comercializarse y ponerla a disposición de las diversas investigaciones abiertas para encontrar la vacuna que frene la pandemia.

Investigación con fármacos

El grupo de Nutrigenómica ha iniciado además una investigación, en colaboración con los hospitales Son Espases y Son EspasesSon Llàtzer, para encontrar tratamientos contra el coronavirus con fármacos ya autorizados para otras enfermedades. Según informó ayer la UIB, los investigadores estudiarán los efectos de varios medicamentos sobre el virus con un sistema desarrollado por el equipo del doctor Palou, basado en el uso de células de sangre periférica, fáciles de obtener. El objetivo es conectar la información de personas sanas y células aisladas con la respuesta de pacientes en diferentes momentos de la evolución del coronavirus.

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