La asignación más elevada de enfermos reales de coronavirus a Balears se desprende de un macroestudio llevado a cabo por el Imperial College de Londres, en colaboración con el departamento de estadística de Oxford. En el modelo desarrollado bajo estas credenciales, a la comunidad le corresponderían unos 80 mil casos reales de contagio, frente a los que palidecen los 1.131 contabilizados ayer mismo por el Govern.

El Imperial College se ha convertido en una de las capitales epidemiológicas del seguimiento mundial de la pandemia. Su estudio no alude estrictamente a Balears, pero atribuye al conjunto de España un total de siete millones de infectados reales, en torno al quince por ciento de la población.

Ningún otro estudio respetable había concluido una penetración de ese calibre del coronavirus en España. Con la propagación en dobles dígitos porcentuales, el país se acercaría a los márgenes que establecen la "inmunidad de rebaño", la neutralización de la infección a través del contacto con el virus que es antagónica a los métodos de confinamiento adoptados por el Gobierno.

Una vez establecidos los contagios reales en siete millones de españoles, la afectación en Balears podría establecerse por el procedimiento de un simple porcentaje. Dado que el archipiélago concentra algo más del dos por ciento de la población estatal, la cifra real correspondería en la región a más de cien mil personas.

Sin embargo, una estimación más correcta atendería a la proporción oficial de casos entre Balears y el conjunto del país, que oscila en torno al 1,1 por ciento. El balance se establecería así en ochenta mil contagiados. Esta evaluación multiplica por setenta los datos oficiales, tanto en España como en el archipiélago.

De aceptar la cifra de ochenta mil casos, Balears concentraría más enfermos en su territorio que los dos centenares de países mundiales, a excepción precisamente de España, Estados Unidos e Italia. La comunidad balear empataría prácticamente con China. La inmensa mayoría de los pacientes serían asintomáticos, un concepto que el Imperial College también ha desarrollado con especial atención en la presente pandemia, y que corresponde a las personas que han desarrollado la enfermedad sin experimentar los síntomas que la caracterizan.

Los métodos para corregir las imperfectas o falseadas estadísticas oficiales han recurrido a los procedimientos más peregrinos, tales que encuestar a las personas sobre el número de enfermos que tienen localizados en su entorno. A partir de estos cálculos de notable creatividad se habían adjudicado a España centenares de miles de casos, pero siempre por debajo del millón hasta la publicación el pasado lunes del trabajo monumental llegado de Londres.

Recuentos no demasiado cuidadosos

El Imperial basa sus proyecciones en el número de muertes, considerando que se ajustan mejor a la realidad que los contagios. Los expertos coinciden en que las elevadas tasas de mortalidad asignadas al coronavirus se deben no tanto a su propia letalidad, sino a la existencia de numerosos casos subyacentes que escapan al recuento no demasiado cuidadoso de las autoridades.

Aunque remitirse a los fallecidos implica un mayor rigor, tampoco se puede presumir en este apartado de una fiabilidad absoluta, así en el conjunto del país como en Balears. El estudio que asigna una cifra en el entorno de los cien mil contagiados a la región, se somete a la comprobación predictiva. El trabajo publicado adjunta las muertes que deben producirse en jornadas sucesivas de acertar en sus criterios.

El Imperial ha disparado el impacto del Covid-19 en todas las regiones españolas, pero coloca en un nivel mas preocupante a los focos de la pandemia. Madrid superaría los dos millones de contagios, aquí con pretensiones indudables de "inmunidad de rebaño". Cataluña se aproximaría al millón y medio de casos.

La tasa de fallecimientos de Balears, decisiva en el estudio del Imperial, se fijó ayer en un 4,5 por ciento de los infectados. En el cociente más riguroso de contagiados frente a casos resueltos, se alcanzaría un 23 por ciento de mortalidad, que desenmascara en sí mismo las carencias oficiales.

La asignación más elevada de enfermos reales de coronavirus a Balears se desprende de un macroestudio llevado a cabo por el Imperial College de Londres, en colaboración con el departamento de estadística de Oxford. En el modelo desarrollado bajo estas credenciales, a la comunidad le corresponderían unos 80 mil casos reales de contagio, frente a los que palidecen los 1.131 contabilizados ayer mismo por el Govern.

El Imperial College se ha convertido en una de las capitales epidemiológicas del seguimiento mundial de la pandemia. Su estudio no alude estrictamente a Balears, pero atribuye al conjunto de España un total de siete millones de infectados reales, en torno al quince por ciento de la población.

Ningún otro estudio respetable había concluido una penetración de ese calibre del coronavirus en España. Con la propagación en dobles dígitos porcentuales, el país se acercaría a los márgenes que establecen la "inmunidad de rebaño", la neutralización de la infección a través del contacto con el virus que es antagónica a los métodos de confinamiento adoptados por el Gobierno.

Una vez establecidos los contagios reales en siete millones de españoles, la afectación en Balears podría establecerse por el procedimiento de un simple porcentaje. Dado que el archipiélago concentra algo más del dos por ciento de la población estatal, la cifra real correspondería en la región a más de cien mil personas.

Sin embargo, una estimación más correcta atendería a la proporción oficial de casos entre Balears y el conjunto del país, que oscila en torno al 1,1 por ciento. El balance se establecería así en ochenta mil contagiados. Esta evaluación multiplica por setenta los datos oficiales, tanto en España como en el archipiélago.

De aceptar la cifra de ochenta mil casos, Balears concentraría más enfermos en su territorio que los dos centenares de países mundiales, a excepción precisamente de España, Estados Unidos e Italia. La comunidad balear empataría prácticamente con China. La inmensa mayoría de los pacientes serían asintomáticos, un concepto que el Imperial College también ha desarrollado con especial atención en la presente pandemia, y que corresponde a las personas que han desarrollado la enfermedad sin experimentar los síntomas que la caracterizan.

Los métodos para corregir las imperfectas o falseadas estadísticas oficiales han recurrido a los procedimientos más peregrinos, tales que encuestar a las personas sobre el número de enfermos que tienen localizados en su entorno. A partir de estos cálculos de notable creatividad se habían adjudicado a España centenares de miles de casos, pero siempre por debajo del millón hasta la publicación el pasado lunes del trabajo monumental llegado de Londres.Recuentos no demasiado cuidadosos

El Imperial basa sus proyecciones en el número de muertes, considerando que se ajustan mejor a la realidad que los contagios. Los expertos coinciden en que las elevadas tasas de mortalidad asignadas al coronavirus se deben no tanto a su propia letalidad, sino a la existencia de numerosos casos subyacentes que escapan al recuento no demasiado cuidadoso de las autoridades.

Aunque remitirse a los fallecidos implica un mayor rigor, tampoco se puede presumir en este apartado de una fiabilidad absoluta, así en el conjunto del país como en Balears. El estudio que asigna una cifra en el entorno de los cien mil contagiados a la región, se somete a la comprobación predictiva. El trabajo publicado adjunta las muertes que deben producirse en jornadas sucesivas de acertar en sus criterios.

El Imperial ha disparado el impacto del Covid-19 en todas las regiones españolas, pero coloca en un nivel mas preocupante a los focos de la pandemia. Madrid superaría los dos millones de contagios, aquí con pretensiones indudables de "inmunidad de rebaño". Cataluña se aproximaría al millón y medio de casos.

La tasa de fallecimientos de Balears, decisiva en el estudio del Imperial, se fijó ayer en un 4,5 por ciento de los infectados. En el cociente más riguroso de contagiados frente a casos resueltos, se alcanzaría un 23 por ciento de mortalidad, que desenmascara en sí mismo las carencias oficiales.