Un joven de 22 años hizo caso omiso al confinamiento obligatorio que contempla el decreto estado de alarma y se fue a beber alcohol con un amigo a la vía. Con una total sensación de impunidad, escogieron la plaza Mayor de Palma para el quebrantamiento, algo que ya había cometido en otras tres ocasiones en marzo. Una patrulla de la Policía Local le detuvo el martes por un delito de desobediencia. Otros dos hombres fueron arrestados en la capital balear por este mismo motivo.

Este joven ya había sido sorprendido los días 19, 27 y 30 vulnerando el confinamiento por la alerta sanitaria de coronavirus y le habían levantado la correspondiente acta. No habían transcurrido 24 horas de la última sanción cuando volvió a las andadas.

Los agentes, esta vez, le detuvieron por un presunto delito de desobediencia. Mientras, a su acompañante le incoaron un acta de propuesta de sanción por no acatar el confinamiento.

Otros dos hombres también fueron detenidos el pasado martes en Palma por un presunto delito de desobediencia. Así, la tarde del martes fue arrestado un hombre de 47 años que caminaba ebrio por el centro de Palma. Esa misma mañana le habían levantado dos actas de propuesta de sanción por quebrantar el confinamiento.

Maniobra evasiva

Por último, un hombre de 49 años inició una maniobra evasiva al ser sorprendido por un control policial conduciendo la tarde del martes en las Avenidas. Así, el sujeto recorrió 15 metros marcha atrás y realizó un cambio brusco de sentido. Fue interceptado poco después y acabó arrestado como presunto autor de un delito contra la seguridad en el tráfico y otro por desobediencia al decreto de estado de alarma. Este individuo reconoció que pretendía esquivar a los agentes para que no le volvieran a denunciar, ya que el día anterior le habían levantado un acta.

Durante la jornada del martes, Policía Nacional y Guardia Civil, en colaboración con las distintas policías locales, levantaron casi 600 actas con propuesta de sanción por vulnerar el confinamiento recogido en la alerta sanitaria.

En concreto, los agentes detectaron el martes 574 infracciones administrativas en todo el archipiélago. La inmensa mayoría de estas denuncias correspondían a personas que permanecían en la vía pública sin motivo justificado.

También se estableció un dispositivo especial de Policía y Guardia Civil en los polígonos industriales de Balears. Los agentes vigilaron que solo estuvieran abiertas las empresas que prestan servicios considerados como esenciales.

Controles

Agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y las distintas policías locales intensificaron el martes y ayer miércoles los controles en las carreteras de Balears. Los efectivos trataron de verificar que los desplazamientos estaban justificados y, por tanto, no vulneraban las restricciones recogidas en el Real Decreto 463/2020, que regula el actual estado de alarma. Los funcionarios establecieron 400 puntos de vigilancia. El martes se identificaron a 6.500 personas y 5.500 vehículos. La Guardia Civil activó ayer en Balears una decena de cuatro macrocontroles. Media docena de ellos estuvieron enclavados en Mallorca y cuatro en Eivissa. La Policía Nacional, por su parte, también estableció ayer un control estricto de vehículos en la salida de Palma por la autopista de Llucmajor.

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