El combate sanitario contra el coronavirus ha obligado a una reorganización del mapa municipal de instalaciones para concentrar esfuerzos y ser más eficientes contra la pandemia. De esta forma, en las dos últimas semanas, Salud ha restringido la actividad en más de la mitad de las 86 unidades básicas de salud (UBS) de Mallorca -especialmente en los más pequeños-, donde sólo ha quedado un administrativo para resolver dudas a los pacientes que se acerquen. Para las consultas, los vecinos deben contactar con su centro de salud de referencia.

Los municipios han aceptado esta realidad, al entender que se enmarca en la lucha constante que se sostiene contra el virus. Así lo expresa el presidente de la Federació d'Entitats Locals de Balears (Felib), Toni Salas, quien aseguró no haber recibido ninguna queja al respecto. "La gente es comprensiva y entiende la situación por la que atravesamos", declaró Salas, quien, como alcalde de Costitx, ha asistido al cierre de la UBS de su pueblo.

"Para según qué cosas, ya estábamos acostumbrados a ir a nuestro centro de salud de referencia. Se han ofrecido a hacer visitas a domicilio y también se hace seguimiento telefónico de los enfermos, por lo que estamos satisfechos", afirmó.

El gerente de Atención Primaria de Mallorca, Miquel Caldentey, justificó esta limitación de la actividad de las UBS por la necesidad de "concentrar esfuerzos" ante los días más duros que ocasione el coronavirus, que, dijo, "están por llegar". Caldentey explicó que el plan de preparación ante la epidemia, que ya se presentó en la segunda quincena de marzo, contemplaba la creación de dos circuitos en los centros de salud: uno para atender a los pacientes con problemas respiratorios y otro para los que presentasen otras sintomatologías que no tuvieran que ver con el coronavirus. El objetivo primordial, evitar contagios entre estos pacientes.

Concentrar recursos

Con la puesta en práctica de este sistema, continuó detallando, era inviable que en las unidades básicas de salud donde sólo hay un médico se pudiese seguir atendiendo a pacientes, ya que no había forma de implantar el doble circuito asistencial. Por eso, se optó por agrupar recursos humanos en los centros de salud y dejar a un administrativo en cada una de estas UBS para informar a los pacienes que se acerquen de que, en aras de una mejor organización, la atención se concentra ahora en los centros de salud. En torno al 40% de las UBS siguen abiertas en su totalidad.

En todo caso, Caldentey señaló que, de forma paralela a la atención presencial, se potencia la atención vía telefónica para evitar desplazamientos innecesarios hasta el centro de salud.

Además, Atención Primaria anunció la semana pasada la puesta en marcha de una consulta virtual de salud en las redes sociales, con la etiqueta #APMallorca.

Normalidad

Con normalidad. Así se han tomado los usuarios del centro de salud de Sant Joan las medidas tomadas ante la crisis sanitaria del coronavirus. Su médico y enfermera se reparten entre los PAC de Vilafranca y Porreres mientras que en la unidad santjoanera solo queda la administrativa que atiende telefónicamente las dudas de los pacientes. La concejala de Sanidad y Servicios Sociales, Maria Antònia Barroso, explica que, sobre todo, la gente mayor ha entendido a la perfección las medidas tomadas ante esta crisis. Por ejemplo, explica que los controles del sintrom continúan desarrollándose en el centro de salud aunque se les pide a los pacientes que faciliten un correo electrónico suyo o de sus hijos para enviarles los resultados. "La gente está muy concienciada", remarca Barroso, en continuo contacto con el personal sanitario de Sant Joan. "El médico hace una ronda telefónica con los pacientes y la verdad que se sienten atendidos", detalla la regidora que remarca que hay una coordinación total con Protecció Civil.

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