El pasado 26 de marzo la educadora Elvira Badia Corbella, referente del sector educativo de las islas, falleció en Barcelona, donde estaba siendo tratada por un cáncer.

Badia finalmente murió la semana pasada tras haber dado positivo en coronavirus, según informó la Associació d'Inspectors d'Educació de les Illes Balears (ADIDE), entidad que la propia Badia presidió y de la que formó parte durante los 20 años que trabajó como inspectora de Educación.

Licenciada en Ciencias Biológicas, antes de ser inspectora, Badia ejerció como profesora y directora en centros educativos de Menorca.

Ocupó el cargo de vicepresidenta del Conselly también fue directora general de Planificación y Centros, "tareas en las que demostró su valía y su compromiso en la mejora de la educación de la comunidad", según indicó el Govern en unas palabras que le dedicó al conocer su fallecimiento. También fue concejal del ayuntamiento de Maó durante el mandato 2011-2015.

Su trayectoria en el sector de la enseñanza le hizo merecedora en 2016 del Premi Ramon Llull otorgado por el Govern.

Según ADIDE, Elvira Badia fue "compañera y amiga" y "un gran referente para todo los compañeros y compañeras del Departamento de Inspección y para el mundo educativo de las islas" que "deja la impronta indeleble de su profesionalidad, de su compromiso, de su bagaje intelectual y, por encima de todo, de su extraordinaria condición humana".

"Frecuentemente la mala fortuna es cruel con quien no lo merece, y este es un ejemplo", lamenta en un escrito Juan Vicente Pérez, el presidente de ADIDE, en nombre de todos los compañeros de la asociación, que se despiden de ella con un "hasta siempre, Elvira".