Los directores de los colegios e institutos de las islas han repartido hoy miles de tarjetas monedero a las familias beneficiarias de beca comedor por motivos socioeconómicos. Dos semanas después de iniciarse el confinamiento y el cierre de las escuelas para frenar la expansión del coronavirus, estas familias ya pueden empezar a usar estas tarjetas para comprar comida en una serie de establecimientos. En total, Educación y Servicios Sociales se han coordinado y han dispuesto 6.152 tarjetas prepago.

Los equipos directivos fueron recibiendo distintas instrucciones a lo largo de la semana pasada sobre cómo debían hacer el reparto. Muchos han expresado su malestar por tener que hacerse cargo ellos de esta gestión, han criticado la desinformación y algunos han cuestionado el sistema elegido. El viernes por la tarde había centros que aún no habían recibido las tarjetas y algunos directores han estado el fin de semana tratando de localizar a todas las familias que tenían beca comedor y citarlas para hoy por turnos (para evitar aglomeraciones).

En los centros hoy había dudas sobre cuánto dinero hay en las tarjetas. En principio se anunció que estarían cargadas con 60 euros, que corresponden a cinco euros diarios para los días lectivos desde la suspensión de las clases hasta el próximo 31 de marzo y que posteriormente las tarjetas se irían recargando de manera automática hasta que se retomen las clases, pero según las últimas instrucciones que recibieron los directores el viernes por la tarde, las familias dispondrían de 100 euros en la tarjeta, que podrían gastar hasta fin de año. Padres que ya han ido hoy a hacer la compra con este recurso no han podido gastar más de 60 euros, según contaba la madre de un alumno del colegio Jafudà Cresques de Palma. Educación ha explicado a este diario que a partir del día 1 de abril podrán gastar los 40 euros restantes y que la cantidad se aumentará si se alarga el confinamiento y el cierre escolar.

Su directora, Aina Picó, explicaba contaba a este diario que no han podido contactar con todas las familias y que no todas las citadas se han presentado hoy a recoger la tarjeta: "Seguiremos insistiendo". Picó ha señalado que era necesario adoptar algún tipo de ayudas ya que el comedor escolar para muchos niños significa tener una comida al día en condiciones garantizada. "Hay familias muy desfavorecidas que necesitan esta ayuda, aquí lo podemos constatar", ha explicado la directora de este colegio ubicado en el barrio de Pere Garau.

El PP ha criticado el sistema elegido y que "en mitad del confinamiento se haga salir de casa a familias y equipos directivos para distribuir las tarjetas". El partido defiende que se podría haber hecho directamente una transferencia bancaria a los padres, opción descartada por Educación al comprobar que hay familias que no tienen cuenta o la tienen embargada: "Hay que recordar que en algunos casos hablamos de familias con mucha necesidad", ha explicado la directora general de Comunidad Educativa, Amanda Fernández.

Núria Riera, exconsellera de Educación y portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Popular, ha lamentado además que este curso las familias se enteraron de si tenían beca o no con el curso ya ha empezado. Esto sucedió todos los años de recortes presupuestarios del Govern del 'popular' José Ramón Bauzá, cuando directamente. El equipo de Educación del Pacte de Progrés se comprometió a informar a las familias de si tendrían beca o no antes de que comenzaran las clases y aunque así ha sido varios cursos, ya el curso pasado y éste las listas no se publicaron hasta noviembre. El número de beneficiarios ha ido creciendo año tras año y este curso como novedad se ha incorporado a los niños de la etapa 0-3 años.

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