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Vivienda

El alquiler turístico rechaza pasar a residencial por miedo a los morosos

Los propietarios alegan que es mejor tener los pisos vacíos durante este año antes de comprometerse durante cinco

Imagen del barrio de Son Espanyolet, donde el alquiler vacacional ha crecido mucho.

Las organizaciones de viviendas de alquiler turístico son tajantes al asegurar que el parón en la actividad que están registrando en estos momentos a causa de la crisis del coronaviruscrisis del coronavirus no va a llevar a sus propietarios a destinar sus inmuebles al alquiler residencial ni a bajar sus precios. La explicación que se da a esta postura tan firme es que no se quiere correr el riesgo de dejar el inmueble a un inquilino durante un largo plazo de tiempo al prever un fuerte aumento de la morosidad.

Los presidentes de la Federación de Estancias Turísticas Vacacionales de Mallorca y de la asociación Habtur Balears, Jordi Cerdó y Antoni Serra respectivamente, coinciden plenamente en dos aspectos. El primero es que el parón económico generado por el Covid-19 en su sector es "total", lo que conlleva una cuantiosa pérdida de ingresos. En este aspecto, se recuerdan las extraordinarias limitaciones que se han aplicado en la entrada de visitantes a las islas.

Pero también coinciden plenamente al asegurar que la práctica totalidad de los propietarios de estos inmuebles van a preferir mantenerlos vacíos durante algunos meses, incluso aunque sea durante lo que resta del año, antes de ofertarlos en alquiler residencial a inquilinos que quieran vivir en ellos durante años, lo que supondría aumentar la oferta de viviendas para las familias residentes que se ha mostrado escasa durante los últimos años.

El primer argumento que se esgrime para explicar el rechazo a este cambio de uso es la morosidad. Los representantes de ambas organizaciones señalan que los titulares de estas residencias no quieren correr el riesgo de cederla durante cinco años ante la previsión de que la caída de empleo que se está dando, aunque sea temporal, y consecuentemente de los ingresos familiares, va a provocar a corto plazo un notable aumento del impago de los alquileres. Y en este sentido, se subraya la inseguridad jurídica existente y las dificultades para conseguir vaciar un inmueble ante los casos de morosidad.

Otro punto que se destaca es que bajo ningún aspecto se quiere perder la autorización para destinar estos inmuebles al alquiler vacacional, y más tras las inversiones que se han realizado para reformarlos y mejorar sus condiciones con el fin de poder acceder a un cliente de calidad.

Por este último motivo se insiste también en que la estrategia de bajar precios para intentar reactivar la demanda es errónea, de ahí que se apueste por mantenerlos a la espera de que puedan entrar de nuevo los turistas, sean extranjeros o nacionales. En este sentido, se subraya que cuando se supere la crisis del coronavirus y el mercado vacacional se normalice, de nuevo habrá más demanda que oferta de viviendas vacacionales, lo que suprime la necesidad de aplicar descuentos en los precios.

Limitar la ecotasa

Lo que sí se reclama desde estas organizaciones es que el Govern suprima este año, o al menos limite, el cobro de la ecotasa, ya que son los turistas los que deben de abonarla, y éstos no van a venir. Sin embargo, muchos de estos inmuebles liquidan este impuesto por módulos y estimando un periodo de actividad de siete meses que, en el mejor de los casos, se va a ver notablemente reducido a causa de la pandemia.

Parón en las ventas, del lujo a lo más barato

La venta de viviendas ha quedado paralizada en Mallorca, tanto por lo que se refiere a los inmuebles de lujo como a los más baratos, según destacan los representantes del sector, desde el que se reclama un gran pacto, que incorpore también al ámbito turístico, para poder reactivar la actividad económica con la mayor celeridad posible.

La paralización de las ventas de viviendas está vinculada a la imposibilidad de que los posibles compradores puedan visitarlas, pero también a la incertidumbre económica que se ha generado. Y si en algo se coincide, es en que ésta está siendo prácticamente total, según señalan la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, Natalia Bueno; su homólogo en la Asociación Balear de Servicios Inmobiliarios (ABSI), Toni Gayá; el presidente de la asociación de promotores del archipiélago, Luis Martín; y el director general de la inmobiliaria Engel & Völkers en la zona suroeste de Mallorca, Hans Lenz, firma esta última especializada en el producto de lujo.

Precisamente este último considera que para superar esta etapa sería conveniente un gran pacto de este sector y el turístico, con el fin de determinar medidas que ayuden a recuperar la actividad con la mayor celeridad posible.

Un aspecto que se añade es que, salvo casos muy puntuales, este parón no se está viendo acompañado de un descenso en los precios, dado que éstos no son ahora el problema, sino la imposibilidad de visitar los inmuebles.

Lo que sí subraya Natalia Bueno es que las empresas del sector necesitan ayuda para superar estas crisis al haber desaparecido sus ingresos, y reivindica que puedan acogerse a los ERTEs por causa de fuerza mayor para evitar el pago de cuotas a la Seguridad Social y aplazar el abono de impuestos.

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