Médicos psiquiatras dan por hecho que habrá un aumento de trastornos mentales comunes, como la depresión, cuando la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus se manifieste con todas sus consecuencias.

De momento, señalan, cuando llevamos dos semanas de confinamiento parece que las personas con problemas de salud mental están sabiendo mantener el equilibrio aplicando sus estrategias de autorregulación y no se ha detectado por el momento un aumento notable en el consumo de ansiolíticos o antidepresivos.

Desde el Colegio de Farmacéuticos, Antoni Real apunta que aún no lo han apreciado, pero no cree que tarde en empezar a producirse más adelante, cuando llevemos más tiempo de confinamiento o cuando se desate ya del todo la crisis: "Se van a juntar muchas cosas".

Oriol Lafau, coordinador autonómico de Salud Mental, celebra que los pacientes están respondiendo "muy bien" a la situación y que según ha comentado con psiquiatras del IB-Salut y con colegas catalanes de la red privada no está aumentado la prescripción de estos medicamentos: "Aquí incluso las urgencias psiquiátricas han bajado", indica.

Cree que por un lado los pacientes con trastornos graves (como esquizofrenia o trastorno bipolar) están aplicando correctamente las estrategias que ya han trabajado y por otro señala que la atención telemática y por teléfono que está brindando el servicio público de salud está resultando "muy efectiva" para ayudarles a controlar el miedo o la ansiedad.

Una crisis diferente a la de 2008

El especialista asume que este escenario puede empeorar según se alargue el confinamiento y cuando se hagan palpables las consecuencias económicas. Lafau narra que en las crisis no aumentan los casos graves pero sí se dan nuevos casos de las patologías mentales comunes (la ansiedad, la depresión leve, los cuadros adaptativos), indica recordando la experiencia de la crisis de 2008.

Lafau duda sobre el impacto de la nueva crisis: "Esta crisis es diferente, en aquella había rabia, en esta hay miedo, contención y también solidaridad y movimiento social, no sé en qué se traducirá".

Tras aquella crisis, en Balears aumentó de forma "significativa" el número de suicidos, pasando de unos 70 o 75 al año a unos 110. ¿Volverán a aumentar? De nuevo, "es difícil decirlo al ser un estado excepcional", señala. De momento, aunque no están todavía las estadísticas oficiales, parece que estos días no solo no se han incrementado sino que han descendido.

De momento no se prevé reforzar o adaptar el Plan Estratégico de Salud Mental (2016-2022) a la nueva situación, pero que sí planteará poner el acento y potenciar todas las medidas en el plan que hacían referencia a la prevención.

Carles Recasens, vocal de Psiquiatría en el Colegio de Médicos, cree que es de esperar que aumente el consumo de ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos para poder dormir en el actual contexto: "Según pasen los días habrá más presión e irritabilidad y malestar y habrá personas que aplicarán otras estrategias pero otras requerirán medicación".

Para la gente que estaba ya pasando un proceso depresivo, cree Recasens, "tendrá un impacto negativo clarísimo y para los que estaban en proceso de salir puede ser un paso atrás".

"Gran impacto"

Cuanto más se alarguen las medidas de distanciamiento social más difícil será para todos, pero especialmente para las personas que ya estaban en una situación frágil por una dolencia de salud mental. Cuando salgamos de casa y la crisis no golpee en la cara "lloverá sobre mojado" y las consecuencias "tendrán un gran impacto a nivel emocional y piscológico", avanza.

"Psiquiatras y psicólogos nos preparamos para un escenario complicado", razona, "tanto para la población general como para los que ya estaban en una situación más complicada".

El Govern y el Colegio de Psicólogos han habilitado un teléfono de atención 24 horas: 900 112 003.