El confinamiento obligado por el estado de alarma decretado con motivo de la pandemia del coronavirus está dejando situaciones insólitas. Incluso la ceremonia de los funerales ha cambiado radicalmente debido a las limitaciones impuestas que impiden la concentración de una gran cantidad de personas en los velatorios. No obstante, la tecnología puede jugar un papel muy importante ya que permite sustituir la presencia física por la atención virtual, abriendo de forma ilimitada la cifra de personas que pueden asistir a un funeral. Eso sí, a través de una pantalla de ordenador.

En días pasados, el cementerio de Bon Sosec, en el municipio de Marratxí, celebró el primer funeral por internet conocido hasta la fecha en Mallorca. La celebrante de la ceremonia fue Glynis German, una ciudadana británica residente en Mallorca desde hace 27 años que fijó hace dos décadas su residencia en el pueblo de Binissalem.

La retransmisión del funeral por internet es la consecuencia de las restricciones impuestas por el Gobierno sobre la celebración de sepelios durante el estado de alarma, los cuales únicamente pueden durar quince minutos y albergar a un un máximo de diez o quince personas. Ante esta situación, Glynis se puso en contacto con los familiares del difunto, también de nacionalidad británica y residentes en Mallorca, para exponerles la posibilidad de realizar el servicio online desde su domicilio en Binissalem, para lo cual contó con la colaboración total del personal del tanatorio del Bon Sosec.

Los trabajadores del camposanto privado de Marratxí en todo momento iban informando a la oficiante de lo que sucedía en Bon Sosec, principalmente del momento de la incineración, para que Glynis German pudiera estar sincronizada con la familia, que seguía el sepelio desde sus propias casas.

En este emotivo momento, la celebrante se dirigió a los familiares y conocidos del difunto que seguían la ceremonia por internet para que recordaran la vida del finado. En la capilla de Bon Sosec únicamente estaban los operarios.

Según explica Glynis a este diario, en los cinco años que lleva como celebrante de estas ceremonias, a ella no le consta que se haya realizado hasta la fecha un acto de estas características por internet. Posiblemente sea el primero que se celebra en el Estado español y quién sabe si también en todo el mundo.

Espectadores en EE UU

La celebración del funeral consiste en contar la vida del difunto a los asistentes, cosa que era imposible realizar en los quince minutos disponibles. Por ello surgió la idea de realizar la ceremonia a través de internet, con la ventaja de que pudieron sumarse al sepelio virtual los familiares amigos del fallecido. Allegados del difunto residentes en Estados Unidos o el Reino Unido pudieron seguirlo en directo.

Los celebrantes como Glynis pueden oficiar funerales y bodas, aunque estas últimas únicamente en Australia y Nueva Zelanda, lugar donde nació este movimiento en el año 1976, dirigido a la gente que no iba a la Iglesia por sus creencias.

Glynis German lleva cinco años realizando funerales de este tipo en nuestra isla. Al mismo tiempo realiza mensualmente unas charlas a las que denomina Mallorca Death Café, donde se habla de temas diversos, entre ellos la muerte. También tiene una larga agenda de bodas, principalmente de extranjeros que se casan en su país y celebran la fiesta en Mallorca.