Mila Figueroa, con más de treinta años de experiencia como enfermera, se ha tenido que reciclar y ha pasado de realizar pruebas a pacientes respiratorios en el área de Función Pulmonar del Hospital de Inca a prestar su ayuda y apoyo a sanitarios que temen haberse contagiado o presentan síntomas compatibles con el Covid-19. En este tipo de situaciones, recalca que es importante que el personal médico debe sentirse respaldado y cuidado en todo momento.

P ¿En qué momento se ponen en contacto con el área de Salud Laboral?

R El sanitario que teme haber contraído la infección o que está desarrollando síntomas nos llama por teléfono y nos cuenta lo que le ocurre o si ha tenido contacto con alguien que ha sido positivo. Si podemos, resolvemos la duda por teléfono y si no le hacemos venir para recoger una muestra. De todas formas, le tenemos localizado para hacerle un seguimiento a las 24- 48 horas para ver cómo se encuentra.

P Reciben una llamada de un sanitario que cree que puede tener el Covid-19. ¿Cómo funciona el protocolo de actuación?

R Depende del criterio del médico, que es quien decide si se hace la prueba o no. Siempre le decimos a la persona en el momento en que se hace la prueba que se tiene que marchar a casa y funcionar como si fuera un positivo y estar al tanto de los síntomas que pueda ir mostrando. Los resultados son ‘rápidos’ y en unas 24-36 horas los sabemos. Ojalá que lleguen pronto los test rápidos que han anunciado esta semana.

P ¿Qué ritmo de consultas de sanitarios tienen en su departamento?

R Empezamos con muy pocas y van en aumento. Ayer (por el miércoles) tuvimos entre 10-15 llamadas. También hay que pensar que hacemos el feed-back, llamando a otros sanitarios que ya contactaron con nosotros para ver cómo están evolucionando. Igual se trata solo de un resfriado o de una gripe normal, pero aun así se les llama para ver cómo se encuentran.

P A pesar de que los sanitarios son conocedores del riesgo que conlleva trabajar en contacto con los pacientes, también necesitan ayuda psicológica.

R Es muy importante. Aparte de para detectar si hay una infección en el personal, también realizamos una función de apoyo. Ellos tienen que sentirse cuidados y respaldados en todo momento. El miedo es normal en una situación así. Hace muchos años que estoy trabajando con pacientes respiratorios y sabía que en algún momento podría trabajar en este área. Estoy muy contenta de poder ayudar a mis compañeros a sentirse más seguros en un momento dado.

P ¿Qué preocupaciones les transmiten?

R El miedo no es solamente por uno mismo. Hay compañeros que tienen problemas respiratorios o alguna inmunodeficiencia y siempre tienen la duda de qué pasa si se contagian en el trabajo. Lo que yo veo es miedo a contagiar a la familia, sobre todo los compañeros que tienen a su cargo a hijos pequeños o a gente mayor. Se tiene más miedo por el problema que pueda llevar a casa que por el suyo propio. Hay sanitarios que tienen una enfermedad de base y se han tenido que ir. Es una proporción mínima de gente, pero se tiene en cuenta que hay personas que no pueden trabajar en un entorno en el que hay una posibilidad bastante elevada de infectarse.

P Las cifras oficiales confirman 101 sanitarios infectados en toda Balears.

R Tenemos que pensar que no solo nos exponemos dentro del trabajo, sino también fuera. Así es muy complicado saber quién es el ‘paciente cero’ o saber dónde si te has contagiado. Por suerte las medidas de protección en el hospital las tenemos. Aun así, te puedes haber contagiado de un paciente que no sepa que lo tiene. De todas maneras, es importante que no cunda el pánico y la alarma y que no se haga caso a todo los bulos que van circulando por redes sociales.

P ¿Cómo se suple la falta de sanitarios que han dado positivo en su servicio?

R El hospital está funcionando en un plan de contingencia. Se atiende a los pacientes con cualquier patología y parte de las consultas se realizan de manera telemática, mientras que otras si son urgentes como curas sí que se hacen. Se está funcionando un poco más despacio a la espera de recibir a más pacientes con problemas de Covid-19.

P Una de las principales denuncias del personal sanitario es el “mal uso” del material necesario para la prevención del contagio.

R Esto se debe a que ha sido un ‘boom’ y es obvio que no todo el mundo está especializado en todas las áreas en un hospital. Muchas veces, frente al miedo, estás usando algo que realmente no es necesario en ese momento y estás utilizando un material que igual necesitarás más dentro de una semana. Es importante que se controle y emplee por gente que sepa en qué momento se tiene que utilizar.

P ¿Las medidas de prevención que se están tomando en los hospitales le parecen suficientes?

R Nosotros no estamos en la misma situación que se está viendo en Madrid o Barcelona. Aquí tengo la sensación de que siempre hemos estado bien cuidados y el material está controlado, aunque al principio sí que hubo un poco de desbandada, pero cuando lo necesitamos lo tenemos. Nosotros sí que podemos ir protegidos de manera adecuada. La gente está trabajando con relativa tranquilidad y preparada por si todo aumenta en un momento dado.