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El Govern no tiene dinero por ahora para ayudar al comercio

Desolación entre las patronales del sector al no presentar Yllanes partidas presupuestarias concretas para afrontar la crisis de ventas

La calle comercial Jaume III, prácticamente desierta a causa del estado de alarma decretado por el coronavirus. B. Ramon

El Govern balear no tiene en este momento capacidad presupuestaria para ayudar al pequeño y mediano comercio ante la crisis del coronavirus, dado que la prioridad es actualmente reforzar la Sanidad y los Servicios Sociales. Esta es la principal conclusión de la reunión mantenida ayer por los representantes del sector y el vicepresidente Juan Pedro Yllanes, aunque éste se comprometió también a tratar de obtener fondos y un posible aplazamiento en el pago de impuestos, según señalaron los presidentes de las patronales Afedeco y Pimeco, Toni Gayá y Antoni Fuster respectivamente. En la reunión por videoconferencia también participaron responsables de las patronales de comercio de Menorca y de las Pitiüses y de la CAEB, además del director general Miguel Piñol.

Los dos representantes empresariales subrayaron que el comercio tradicional necesita ahora, y con carácter de urgencia, dos líneas de apoyo. La primera es obtener ayudas económicas para mantener la liquidez, al estar todos sus ingresos bloqueados, y la segunda que se aplace el pago de cualquier impuesto, ya que "sería absurdo que la Administración nos consiguiera fondos para luego tener que devolvérselos a ella" a través de las cargas fiscales. Por ello, Gayá fue tajante al reclamar al Govern que "el tiempo se pare para todos", es decir, que de la misma forma que ahora los comerciantes tienen detenidas sus ventas e ingresos, también se aplace momentáneamente la obligación de pagar impuestos.

Los dos presidentes de las citadas patronales no ocultaron que, de este modo, la reunión de ayer se saldó solo con la promesa de Yllanes de intentar conseguirles ese respaldo financiero, pero de momento sin resultados efectivos. Porque la única propuesta firme que el vicepresidente puso sobre la mesa es la de ayudar al sector a impulsar las ventas online, una iniciativa que para las empresas del ramo no tiene en estos momentos mucho sentido debido a que cuando la tienda virtual que se propuso crear este lista, el estado de alarma ya se habrá levantado.

En concreto, la idea de la Conselleria es la de "promover ayudas que permitan a las tiendas y páginas web de las empresas de las Balears estar mejor posicionadas en los buscadores de internet y ser más visibles para los consumidores. También para que se puedan promocionar programas para facilitar la gestión de las existencias de cada empresa y poder ser más previsores y reactivos ante la demanda del mercado, abaratando costes y accediendo más rápidamente a las oportunidades de negocio".

"Buscar vías" sin cuantificar

Pero por lo que respecta al apoyo económico, el compromiso de la conselleria de Sectores Productivos que lidera Yllanes es solo el de "buscar vías para poder crear lineas de ayudas destinadas a que los pequeños y medianos comercios puedan llevar a cabo inversiones en su negocio y también destinarlas al gasto fijo estructural y así poder evitar cierres o despidos por no poder hacer frente a desembolsos corrientes después del estado de alarma".

Esta falta de ayudas económicas ya definidas y cuantificadas, al menos por el momento, resulta descorazonadora para el sector comercial debido a que está viviendo una situación que los representantes del sector calificaron de "dantesca".

El problema, insistieron, es que esta crisis ha encontrado al sector comercial muy bajo de defensas, ya que el pasado año ya fue débil por lo que al consumo se refiere, y los meses previos han sido los de menor actividad al coincidir con el invierno.

Un 20% de las tiendas en riesgo de desaparecer por el COVID-19

La crisis del coronavirus puede provocar la desaparición de un 20% del pequeño y mediano comercio de las islas si no se recibe la ayuda necesaria, según destacaron ayer los presidentes de las dos principales patronales del sector, Toni Gayá, de Afedeco, y Antoni Fuster, de Pimeco, de ahí su insistencia ante el vicepresidente del Govern, Pedro Yllanes, para que se obtengan las correspondientes partidas presupuestarias. El principal temor de estas organizaciones empresariales radica en que el consumo se mantenga en niveles mínimos una vez se levante el estado de alarma.

Para empezar, se recuerda que en este momento las tiendas están llenas de producto sin vender al haberse visto obligadas a cerrar, y se pone en duda que, especialmente en el caso de la moda, éste pueda encontrar compradores una vez se retome la actividad comercial.

Este miedo se sustenta en el elevado número de familias que durante los próximos días van a ver recortados sustancialmente sus ingresos al verse afectadas por la aplicación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), lo que lleva a pronosticar que durante los próximos meses el gasto que van a estar dispuestas a realizar será muy bajo, con una clara apuesta en favor del ahorro ante la incertidumbre que se ha generado respecto a la reactivación económica que pueda darse.

Además, hay que tener en cuenta que por ahora nadie es capaz de vaticinar la fecha y el ritmo con la que podrá comenzar a recuperarse la clientela extranjera de la mano de la reactivación de la temporada turística. Y todo ello teniendo que mantener gastos como el de los alquileres o los pagos a proveedores pese a que los productos puedan seguir sin venderse.

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