Mallorca ya es destino sin hoteles. Ayer se cumplió el plazo que tenían los establecimientos de alojamiento para cerrar tras la orden del ministerio de Sanidad del pasado jueves. La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) declaró que se ha producido el cese de actividad "de manera ordenada y coordinada" con embajadas, turoperadores y la Dirección General de Turismo. Puede quedar algún establecimiento residual que cumpla la normativa y aloje a huéspedes de larga estancia que no requieren de servicios por parte del establecimiento. Son "contados".

Frontera señaló, a través de un comunicado, que la patronal hotelera trabaja con sus asociados para brindarles asesoramiento en temas laborales y financieros, porque "en cuanto se reactive la economía, no sabemos si a corto o medio plazo, debemos estar preparados. La solvencia de las empresas es importantísima para la creación de empleo". "Esperemos que todo vaya bien", desea la presidenta de la FEHM.

El 14 de marzo, fecha de la declaración del estado de alarma, la isla tenía abiertos 210 hoteles, una cuarta parte de los 850 adheridos a la FEHM. Su clausura ha sido meteórica, al igual que la salida de los turistas, alrededor de 25.000, 3.000 de ellos del Imserso.

La mayoría cerraron la semana pasada y el resto el pasado fin de semana. Solo quedan "contados establecimientos" que mantienen a clientes de temporada en habitaciones dotadas "para poder llevar a cabo las actividades de primera necesidad".

Retén para servicios esenciales

Por otro lado, el miércoles el Gobierno autorizó la apertura de seis hoteles de Palma, transportistas de mercancías u otros servicios estratégicos. Se trata del Catalonia Majorica, el Samaritana Suites, el Abelux, Plaza Son Rigo, Jade y Pabisa Orlando. Se ofrecieron de forma voluntaria.

Onofre Pascual, consejero delegado de Pabisa Hotels, explica que la estancia será "gratuita, es una colaboración de emergencia". Los apartamentos del Orlando se abrirán si son "necesarios". No se brindará ningún servicio, se dará mantenimiento y habrá un conserje y dos personas para limpieza. El resto de los Pabisa, como toda la planta hotelera, entrarán "en estado de hibernación".

Los hoteleros, en coordinación con la conselleria de Salud trabajan en "otras necesidades", dijo Frontera. Se siguen viendo opciones para medicalizar hoteles si es necesario. "Se han visitado uno o dos. No todos los voluntarios reúnen las condiciones".