Agentes de la Policía Nacional detuvieron el lunes a dos personas en Palma por un presunto delito de desobediencia grave. En ambos casos, los dos hombres se negaban al confinamiento obligatorio, dictado tras el decreto del estado de alarma por la alerta sanitaria del coronavirusalerta sanitaria del coronavirus. Uno de ellos escupió a los agentes antes de ser arrestado.

Estos hechos tuvieron lugar sobre las dos menos cuarto de la tarde del pasado lunes en un supermercado situado en el complejo de ocio Ocimax. El vigilante de seguridad del establecimiento avisó al 091 y requirió la presencia policial después de que un individuo increpara y molestara al resto de clientes, que se encontraba haciendo cola para acceder al local. Durante la espera, el sujeto también les pedía dinero.

Instantes después una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar. El individuo, de nacionalidad búlgara y usuario de un centro de transeúntes de Palma, entraba y salía continuamente de dicho establecimiento y hacía caso omiso a los requerimientos del vigilante de seguridad del establecimiento.

Este hombre, con el dinero que recaudaba después de pedir limosna a los otros clientes, compraba cerveza y volvía a permanecer en el lugar. Los policías recriminaron a este individuo su comportamiento y le advirtieron de que solo se podía romper el confinamiento obligatorio para comprar productos de primera necesidad. Asimismo, los agentes le instaron a que regresara de inmediato a su domicilio.

El sujeto se marchó momentáneamente gritando e insultando a los agentes. No obstante, al poco tiempo volvió y se encaró con los funcionarios de la Policía Nacional, que aún permanecían en el lugar. Los agentes, por enésima vez, le conminaron que se marchara. Lejos de hacerles caso, el individuo les escupió. A continuación fue detenido por un presunto delito de desobediencia grave.

Por otro lado, sobre las ocho y media de la tarde del lunes, una patrulla policial sorprendió a un joven de 29 años en las inmediaciones de Pere Garau. El ciudadano indicó que se dirigía a comprar una tarjeta telefónica. Acto seguido, los agentes le pidieron los datos para levantarle una acta por vulnerar el confinamiento. Al pedirle la documentación, se puso nervioso y dio los datos de un amigo. A continuación, echó a correr. Los agentes le dieron alcance y le detuvieron por desobediencia.

Un velero interceptado

Asimismo, un velero con tres ciudadanos polacos a bordo, procedente de Canarias, fue interceptado por la Guardia Civil cuando se disponía a amarrar en Palma sin autorización.

El capitán del barco fue conducido al Real Club Náutico de Palma para que fuera atendido por un médico de un dolor en una pierna. El facultativo determinó que la lesión no era grave. Los agentes del instituto armado le incoaron un acta administrativa por desobediencia a las restricciones por la alerta sanitaria y obligaron a fondear la embarcación en la Bahía de la capital balear.