La crisis generada por el coronavirus esta suponiendo para el campo balear un bloqueo en algunos de sus principales canales de comercialización, como la restauración y la hostelería, una caída en sus ingresos y un incremento de sus gastos, concluye el secretario general de Asaja, Joan Simonet, lo que puede conllevar importantes pérdidas para el sector, mayores cuanto más se mantenga la actual parálisis económica.

Aunque el porcentaje que este 'agujero' supone para el conjunto de la economía balear es relativamente pequeño, dado el escaso peso del sector primario, para agricultores, ganaderos y viticultores sí supone un duro impacto, y se recuerda el papel que el sector primario juega tanto en materia de diversificación como de conservación del medio ambiente y el paisaje.

Papel de los mallorquines

Por ello, el representante de Asaja recuerda que los consumidores de Mallorca pueden jugar un papel fundamental a la hora de respaldar el producto de las islas.

"Ahora los restaurantes están en las cocinas de las familias", pone de relieve Simonet, que hace un llamamiento para que se seleccione la producción balear a la hora de hacer la compra diaria, especialmente en un momento en el que la dependencia del sector está recayendo en supermercados y grandes superficies.

En este sentido, el secretario general de Asaja pone de relieve que algunas empresas de distribución implantadas en la isla están haciendo una apuesta mayor por el producto local, y señala los casos de Eroski, Carrefour, Alcampo e Hipercentro, a los que suma El Corte Inglés pese a que sus pocos supermercados mueven un volumen de producto más limitado. Y lamenta que esa apuesta sea menor en Mercadona, Lidl y Aldi.