El sector de la construcción de Baleares pide al Gobierno central que "decrete la suspensión de la actividad para garantizar la salud de los trabajadores" y que lo haga "a la mayor brevedad posible" para evitar problemas de carácter sanitario, "dada la enorme dificultad de aplicar las medidas requeridas frente al coronavirus".

En un comunicado conjunto, la Asociación de Constructores de Balares y Proinba argumentan que, dada la diversidad del tipo de obras en las que los trabajadores deben intervenir, "no podemos asumir el riesgo de que puedan verse afectados, ni ellos ni sus familias".

La responsabilidad de que ocurra cualquier contagio no podrá ser exigida a las empresas del sector, ya que "somos constructores y no expertos en sanidad", han señalado ambas asociaciones.

Solo en Baleares hay 55.000 trabajadores en este sector que, a día de hoy, se ven obligados a trabajar y que, al igual que sus familias, se encuentran expuestos a una situación de riesgo de contagio frente al COVID-19 mientras no se decrete la suspensión de actividad en la construcción.

Aunque en Baleares existe un protocolo exclusivo en el sector para reducir las posibilidades de contagios, "la protección total no puede descansar sobre el voluntarismo protector de empresas y trabajadores, sino que exige la declaración de la suspensión de la actividad de la construcción", insisten ambas asociaciones.

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