La mala noticia es que Balears sobresale como una de las regiones que duplica su número de contagiados por el coronavirus a mayor velocidad, y que en la actualidad precisa más de tres días para doblar los casos. La buena noticia es que esa cifra crece paulatinamente. Durante la semana anterior llegó a bajar con alarma en torno a los dos días, muy por debajo del lapso que precisaban todas las otras regiones para multiplicar los infectados por dos.

Pese a la apreciable ralentización, Balears se encamina hacia el horizonte del millar de casos. De continuar la pauta actual de detecciones, esa cifra se alcanzaría con el cambio de mes. Ocho comunidades españolas superan ya dicha barrera, todas ellas superan la población balear. Cada día que se retrase la penetración real, contribuye a mejorar la atención de aquellos enfermos del coronavirus que precisan de atención sanitaria específica.

La incidencia entre sanitarios, un sector más controlado que la población general, ofrece un porcentaje inexacto pero que ayuda a calcular el grado de penetración real del coronavirus. El indeseable liderazgo que Balears ha ostentado en velocidad de propagación corresponde ahora a comunidades como Cantabria o Galicia. El vértigo de doblar los contagios cada dos o tres días cede conforme aumenta el número de pacientes, una tónica que impone una limitación al alza a la pandemia.

Hace exactamente dos semanas, Francina Armengol intentaba tranquilizar a la población recordando que Balears solo contabilizaba en aquellos momentos ocho casos de coronavirus. Con los 400 enfermos diagnosticados a fecha de ayer, la cifra oficial se multiplica por cincuenta. El aumento reconocido, frente a los 331 casos del domingo, implica una propagación del 21 por ciento. Es decir, se necesitan entre cuatro o cinco días para doblar el número de enfermos.

Fatiga de la propagación

Sin embargo, los rebotes no solo son previsibles sino continuos, así en Balears como en España. Aunque se ha indicado que los 69 nuevos casos suponen la primera rebaja en cifras absolutas, esta circunstancia también se produjo el pasado viernes. Se bajó de 57 a 34 contagios, según los datos oficiales. El Govern atribuye 21 de los primeros a un ajuste, pero aun así se registraría una rebaja de 36 a 34. Por tanto, la comunidad apunta a doblar los casos cada cinco días, pero no ha consolidado esa tendencia. El estancamiento no es significativo, pero permite hablar de una fatiga de la propagación, con la contrapartida de haber garantizado ya un coste humano difícil de asumir.

La barrera psicológica en la propagación del coronavirus es el 33 por ciento de aumento diario, que impone la duplicación del número de contagios en tres o menos días. El país en su conjunto desbordó durante la semana pasada ese índice de escalofrío. Ahora se ha moderado, desde un número de contagios y sobre todo de fallecimientos todavía sobrecogedores. Aunque Balears rebajó ayer su pésima marca, el domingo alcanzó un 35 por ciento de propagación. La magnitud y perspectiva de las cifras no proporciona un instrumento para alentar el catastrofismo, sino que es el principal arma para adecuar los recursos sanitarios y amortiguar la improvisación.