Cinco personas han sido detenidas en Mallorca en las últimas horas acusadas de desobeciencia, por incumplir las restricciones del estado de emergencias por el coronavirus, según han señalado esta mañana fuentes de la Delegación del Gobierno.

La pasada madrugada se detuvo a dos mujeres en Palma por atentado a los agentes de la autoridad y por desobediencia grave. Las dos arrestadas fueron sorprendidas paseando juntas por la calle en dos ocasiones distintas. Se les llamó la atención y la Policía optó por levantarles un acta administrativa por desobediencia. Las dos mujeres jóvenes reaccionaron de una forma violenta y empezaron a insultar a los policías, gritándoles y dándoles manotazos. Ante esta situación se optó por detenerlas.

Esta pasada madrugada también se detuvo en Palma a otro joven por desobediencia, dado que incumplió la orden que le obligaba a estar recluido en su domicilio. Se le sorprendió paseando por la calle. Dijo que iba a comprar tabaco, pero se comprobó que no llevaba dinero encima. Luego confesó que había salido a pasear. Se comprobó que horas antes ya había sido propuesto para una sanción por los mismos hechos, por lo que se procedió a su detención.

El domingo por la tarde la Policía también detuvo a otra mujer en Palma, al ser sorprendida cuando caminaba por la calle sin causa justificada. Los agentes la trasladaron a su domicilio para que les facilitara su identificación. Una vez en la vivienda, la joven empezó a gritar a los policías y llegó a empujar a uno de ellos. El intento de agresión fue presenciado por unos militares que se encontraban desplazados por la zona.

El quinto arresto se practicó en Pollença. La Guardia Civil localizó a un individuo en la calle y éste se negó a identificarse varias veces. Al final se le tuvo que detener por desobediencia, resistencia y atentado a los agentes de la autoridad.

Por otra parte, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en coordinación con las diferentes policías locales, efectuaron el domingo más de 400 controles de vigilancia en las carreteras. Se identificaron más de 5.000 conductores para evitar desplazamientos a segundas residencias.