Hoy era una jornada especial para los santjoaners y santjoaneres ya que celebraban el Quart Diumenge, una fiesta que en sus 399 años de historia nunca se había visto en la tesitura de ser cancelada.

El estado de alarma decreado por la crisis sanitaria del coronavirus ha obligado a suspender la también conocida como la Festa des Pa i es Peix [en alusión al milagro de Jesús de la multiplicación de los panes y los peces] que se celebra en el Santuari de Consolació.

Símbolo de identidad

Con esta cancelación, los vecinos de Sant Joan se quedan sin degustar sus tradicionales coquetes [unas austereas pastas a base de harina, agua y aceite] que son el auténtico símbolo de identidad del Quart Diumenge santjoaner.

De hecho, el martes de esta semana las voluntarias que se reúnen año tras año para confeccionar estas pastas tampoco pudieron cumplir con la tradición debido al confinamiento impuesto por la crisis sanitaria.

Se trata de una fiesta muy sentida para los vecinos, una celebración tradicional que arranca con una romería desde la iglesia hasta Consolació, una misa solemne con la tradicional ofrenda floral a la Mare de Déu de Consolació y la demostración de ball de bot de los niños y niñas de la escuela de Aires de Pagesia.

Además, los Quintos tampoco han podido vender sus primeras panades. Seguro que el año que viene que se conmemora el milagro número 400, Sant Joan rendirá una gran fiesta para quitar el mal sabor de boca que ha dejado la cancelación de este año, en un hecho inédito en la historia de la celebración.