El plan de contingencia, en lo que a pacientes críticos se refiere, de Son Espases tendría un punto débil: la falta de personal especializado para atender estas unidades. “No hay personal de enfermería para atenderlas. Y me consta que están intentando contratar a enfermeras con este perfil. Pero no pueden venir entre otras cosas porque estamos aislados, aparte de la fuerte demanda que existe en todo el país”, revela el intensivista de Son Espases, José Ignacio Ayestarán.

La solución pasa por reestructurar las plantillas de enfermería del hospital y conseguir que al menos los profesionales que han pasado por estas unidades durante su formación vuelvan a ellas, sugiere el facultativo.

Anestesistas y pediatras

“Tampoco hay suficientes médicos de cuidados intensivos y nos tendremos que apoyar en otros profesionales con otras especialidades. Como los anestesistas y los pediatras que trabajan en la UCI infantil”, apunta Ayestarán.

Este intensivista revela que cada mañana se reúne en Son Espases un comité formado por tres servicios, el de Medicina Interna, el de Neumología y el suyo propio para valorar la situación de los pacientes con Covid-19 que se encuentran en estado más grave y estudiar las maneras de prevenir una evolución clínica desfavorable.

Todo lo referido en estas páginas alude al plan de contingencia elaborado por Son Espases, el buque insignia de la sanidad balear y foco del contagio por el nuevo coronavirus en Mallorca. Pero en esta misma isla el hospital de Son Llàtzer dispondría de 18 camas de UCI; 6 el comarcal de Manacor y 4 el de Inca. Y en el resto del archipiélago el Mateu Orfila de Maó dispone de 6 y el nuevo Can Misses de Eivissa, 15, según cifras facilitadas por el IB-Salut.