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Entrevista

Jordi Mora: "El coronavirus también va a matar empresas y puestos de trabajo"

"Hay que pensar ya en campañas de promoción para alargar la temporada de 2020" - "Los europeos no se van a quedar sin vacaciones"

P ¿Cuál sería la radiografía del estado actual de los autónomos y de las pequeñas y medianas empresas de Mallorca tras una semana en estado de alarma?

R Estamos ante un parón de la economía. Ya sea de forma directa o indirecta, casi todos los sectores han tenido que parar máquinas. Salvo lo que es de primera necesidad o los servicios sanitarios, que están a un 200%, todo lo demás o esta parado o no funciona en condiciones normales.

P ¿Y el estado de ánimo?

R La semana pasada ya notamos muchas dudas e incertidumbre, pero vimos el pánico entre los empresarios por primera vez ese viernes. Lo que hicimos fue llamar a la calma. Ya hemos visto que el pánico y el alarmismo no son buenos, porque se toman decisiones incorrectas e imprudentes. Es algo que nos preocupa mucho. Desde PIMEM debemos de hacer pedagogía. El mensaje que lanzamos es que no se puede despedir por el coronavirus porque a las empresas les supondría unas demandas laborales que van a perder. Lo que defendemos desde el consenso entre patronales y sindicatos es que hemos de ir hacia modelos que nos permitan salvar a las empresas y los puestos de trabajo. La vía adecuada son los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), con ventajas muy importantes para los asalariados y para las empresas. En una economía como la balear, de microempresas, todas las que tengan menos de 50 trabajadores quedarán exentas de pagar las cuotas a la Seguridad Social y el trabajador podrá cobrar una prestación por desempleo.

P ¿En qué situación quedarán este tipo de empresas si el estado de alarma se prolonga durante más de un mes?

R Hay que ser muy realistas. Tenemos una crisis sanitaria, pero el coronavirus también va a matar empresas y puestos de trabajo. Va a tener unos efectos muy claros sobre la economía. Venimos de un año de desaceleración económica, y las empresas se encontraban en una situación de fragilidad muy importante. Afrontar esta situación va a ser muy complicado. Para que puedan sobrevivir el mayor número posible de empresas y de puestos de trabajo hay que afrontar tres cuestiones. La primera es la laboral, y para ello ya existen los ERTEs. La segunda es conseguir liquidez, porque los problemas actuales se pueden convertir en una semana en problemas de solvencia. Y la tercera es el aplazamiento de los pagos para poder sobrellevar esta situación.

P ¿Los paquetes de medidas que se han aprobado no cubren estos tres frentes?

R Las medidas que se han tomado hasta ahora son necesarias, pero hay cosas que se deben de mejorar. El aplazamiento de pagos debe de ser mayor. Alemania y Francia nos están dando lecciones, y se plantean aplazamientos de suministros o de deudas hipotecarias de empresas. Y respecto a los ERTEs, hay un tema muy importante para las islas, y es que para acceder a las ayudas hay que mantener las plantillas durante seis meses, algo que es muy difícil tanto por la estacionalidad de la actividad en Balears como debido a que no sabemos cómo vamos a salir de esta crisis porque no hay precedentes. Hemos trasladado a la conselleria de Trabajo la necesidad de hacer variaciones en este tema. Respecto a la liquidez, sigue habiendo muchas trabas burocráticas.

P ¿Hay algún sector dentro de las pymes que se esté viendo especialmente afectado?

R Sería más fácil decir cuáles son los que no están especialmente afectados, porque casi todos se están viendo golpeados con dureza. La construcción puede seguir trabajando, pero el ámbito turístico, la restauración, el comercio, guarderías, peluquería... todo está afectado. El problema mayor lo tienen las empresas que aún venían con refinanciaciones de la anterior crisis, que todavía hay muchas, o aquellas que se han endeudado para invertir y mejorar su productividad, a las que desgraciadamente ha pillado todo esto en un pésimo momento. Estas lo van a pasar muy mal.

P ¿Los autónomos están en una situación de especial vulnerabilidad?

R Hasta ahora, los autónomos han sido considerados como trabajadores de segunda. En el real decreto recién aprobado hay algunas novedades que habíamos venido solicitando, como es que podrán dejar de pagar su cuota a la Seguridad Social y podrán optar a una prestación especial, pero bajo unos requisitos muy estrictos. Tienen muchas dificultades, pocos recursos y poca información, y los que no cuentan con una cobertura pública o privada se encuentran en una situación muy desfavorable y son el eslabón más débil. Nos preocupa mucho la mortandad laboral que pueda darse entre autónomos y pymes. Los recursos públicos deben de ser para ellos, y no para los intereses del Ibex-35.

P ¿Las Administraciones públicas están a la altura de lo que se necesita?

R El Govern balear sí. El estatal, no tanto, y por eso le instamos a que tome más medidas.

P Una vez superado el estado de alarma, ¿cómo se pone en marcha un motor económico que está parado?

R Quiero ser optimista. Si hacemos los deberes, esto tiene que acabar. Cuando se produzca la recuperación de la actividad, debemos de estar todos preparados, trabajadores y empresas, para que la recuperación sea inmediata. Tenemos que poder ser el destino turístico por excelencia, en seguridad y en confianza. Los europeos no se van a quedar en 2020 sin vacaciones.

P Suponiendo que la actividad puede recuperarse en junio, ¿medio año es suficiente para salvar los muebles?

R No voy a dar 2020 por perdido, solo la Semana Santa. A medio plazo, hay que empezar a pensar ya en campañas de promoción para alargar la temporada en su tramo final, y de apoyo a compañías aéreas y tour operadores.

P ¿Qué margen hay para alargarla?

R Tenemos que llegar en máximas condiciones a noviembre y, si la climatología nos ayuda, situarnos en diciembre aprovechando los festivos.

P Hay miedo en los sindicatos ante la picaresca en el caso de los ERTEs

R Entre patronales y sindicatos hay consenso y responsabilidad de país. CCOO, UGT, CAEB y PIMEM somos muy conscientes de la situación en la que estamos. Si hay picaresca, será escasa, y hay acuerdo para que cualquier irregularidad que veamos sea denunciada ante la Inspección de Trabajo.

P Antes me ha hablado de optimismo, pero algunos economistas vaticinan una crisis de demanda por la caída del consumo, y otra de oferta por el parón en la inversión empresarial. La tormenta perfecta. ¿No nos puede llevar a una recesión?

R Podemos llegar a una recesión mundial. No sabemos muy bien hacia donde vamos. Estamos ante una situación excepcional, que en el futuro se estudiará en las escuelas de negocio y en las facultades de Economía. Va a haber un antes y un después, al igual que los atentados de las Torres Gemelas marcaron un antes y un después en materia de seguridad. Evidentemente, el riesgo de recesión existe. Por eso es imprescindible dar liquidez a las empresas.

P ¿Ha habido algo de espejismo en el boom económico balear de los últimos años, sustentado en la masificación y no en la mejora de la productividad?

R Hemos vivido del volumen y no hemos prestado la atención necesaria en la calidad y en el poder adquisitivo. Volumen por volumen no es solución, y necesitamos modelos turísticos más complejos y de mayor productividad. Con aeropuertos cerrados no hay volumen. Quizás es una buena oportunidad para definir un nuevo modelo entre todos. Si hemos parado y toca volver a arrancar, hay que corregir los errores del pasado.

P ¿Otra asignatura pendiente es la diversificación?

R No se ha avanzado demasiado. Nuestra industria aún es muy débil, y es necesario apostar por el producto local, que debe pasar a ser uno de nuestros ejes. Como sociedad hemos cometido un error, y es confundir precio con coste. Los consumidores se han ido a las compras online por precio, sin ver que el coste de ello era destruir nuestra industria y nuestro producto local, que generan empleo para todo el año. Eso nos perjudica a todos.

P ¿Es necesario un gran pacto social para fijar prioridades en las inversiones públicas ahora que las arcas del Estado pueden quedar muy debilitadas?

R España presenta un déficit superior al permitido por Bruselas, y eso es más deuda. Ahora nos tocará megaendeudarnos, y eso hace imprescindible un Pacto de Estado en el que cada euro vaya destinado a economía productiva. Si se pierden algunas empresas del Ibex-35 no pasa nada. Máxima eficiencia en los recursos públicos

P El ambiente político parece una pelea de gallos. ¿Todos los partidos políticos van a saber estar a la altura?

R En Balears, creo que sabrán hacerlo. Aquí no valen posiciones partidistas y cortoplacistas. En el ámbito estatal, esa responsabilidad de país no la veo tan clara, tanto en el seno del Gobierno como en la oposición.

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