Nicolás García, residente en Son Servera, no salía de su asombro cuando se topó con que se le impedía regresar a Mallorca en un ferri de Baleària por la crisis del coronavirus. Esta doble condición, a priori, le garantizaba el retorno a la isla. Tras una trifulca en el Puerto de Valencia y avisar a la Guardia Civil, pudo embarcar, junto a su esposa y sus dos hijas de corta edad.

"Cambié los billetes para adelantar el regreso después de escuchar a la presidenta Armengol. Ella dijo que se permitirá regresar a los residentes, pero a mí no me dejaron volver", recalcó ayer Nicolás notoriamente contrariado.

Nicolás García, de 37 años y residente en Son Servera, tomó un ferri en Mallorca el pasado día 13 junto con su esposa Marina y sus hijas Aitana y Ruth para ir a Jerez. "Quería visitar a mi abuela de 88 años, que es como una madre para mí y está delicada. Además, también vive allí la madre de mi mujer", precisó.

La fecha de regreso de Mallorca la tenían señalada inicialmente para el próximo 25 de marzo. Pero la rueda de prensa de la presidenta del Govern Francina Armengolen la que indicaba el cierre por mar y aire de Balears le hizo cambiar los planes. Planeó volver en un ferri desde Valencia la tarde del jueves, tras conducir desde Cádiz.

"La presidenta dijo que solo se permitiría el regreso a Mallorca a los residentes. Yo lo soy y no me permitían volver", subrayó Nicolás visiblemente contrariado. No obstante durante su periplo hasta el puerto de Valencia recibió informaciones contradictorias en las que, una vez se le permitía embarcar de regreso sin problemas y otras se le impedía.

"En un primer momento me dijeron que como residente no había ningún problema. Un operador de Baleària me dijo que había barcos. Entré en la web, en el apartado Covid-19, y comprobé que podía cambiar el billete de día y estaba señalado en verde". Las alarmas se dispararon cuando entró otra vez en la página web de Baleària y observó que estaba señalado en rojo.

Pasajeros a Palma, bloqueados en el Puerto de Valencia. DMAviso a la Guardia Civil

Una llamada de una operadora, resaltó Nicolás, le dijo que se habían suprimido los ferris para el día 19. "Le dije que la presidenta de Balears había dicho que solo podríamos regresar los residentes. No ponía fecha tope para que pudiéramos retornar".

Sin tener aún la confirmación de si tenía pasaje, Nicolás condujo su coche con su familia desde Jerez hasta Valencia para embarcar. Siete horas de viaje y se encontró el mismo panorama en el Puerto.

"Había mucha gente cabreada y no nos daban ninguna explicación. Finalmente pedí que avisaran a la Guardia Civil para que agilizaran la situación", precisó. Tras minutos interminables de tensa espera, Nicolás y su familia cogieron uno de los últimos ferris de Valencia y llegaron ayer a Palma.