"Espero que leer cartas del exterior te dé mucha fuerza para salir de esta. Yo confío en que pronto esto terminará y se quedará en el recuerdo de nuestra historia, volveremos todos a abrazarnos como si no hubiera un mañana, y tus familiares te abrazarán a ti como nunca antes lo habrán hecho". Este es un pequeño fragmento de una de las casi 300 cartas que han llegado a la dirección de correo cartas.covid.sonllatzer@gmail.com, que funciona desde el miércoles.

La idea fue de un grupo de residentes del Son Llàtzer, entre los cuales está Andrea Ballester: "Estos pacientes han pasado de estar en su casa a una habitación en la que solo ven gente vestida como de astronauta. Las visitas están muy controladas y limitadas. Es importante que su ánimo esté lo mejor posible", señala la médico del servicio de Medicina Interna. Cuenta, también, que han recibido muchos vídeos y dibujos de niños, y que dado el aluvión de cartas cada mañana llevan un par a cada persona hospitalizada -hasta ayer al mediodía eran unos 20 positivos de coronavirus, más los que están esperando el resultado de la prueba-.

Ballester, que junto a sus compañeros revisa las cartas, asegura que está siendo muy emotivo. "La gente escribe también desde casa, y sus historias también son fuertes. Además, al personal sanitario nos está ayudando mucho, porque muchas hacen referencia a nuestro trabajo", dice. Los escritos suelen ser mensajes positivos y de ánimo, y les recuerdan a los aislados que no están solos y que mucha gente piensa en ellos. "Todo acabará pronto", apuntan mucha; "pronto podrás pasear por las calles de tu ciudad", dicen otras. Las envían gente de Mallorca, pero también llegan de Madrid, Valencia o, incluso, Australia. El lugar no importa si lo primordial es "que esta carta te saque una sonrisa", algo que puede suceder solo leyendo que alguien quiere compartir contigo lo que ve desde su ventana, para que "cuando cierres los ojos puedas imaginarlo".