La falta de mascarillas y trajes anticontagio, conocidos como Equipos de Protección Individual (EPI), está provocando un grave problema en las residencias geriátricas de Mallorca. Desde el Consell, que gestiona la mayor parte de geriátricos de la isla a través del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), apuntaron que el suministro de estos materiales está controlado por el Ministerio de Sanidad para evitar desabastecimiento y, en estos momentos de de gravedad de la pandemia del coronavirus, está priorizando a los hospitales y centros de salud.

La presidenta del Consell, Catalina Cladera, se reunió ayer con la presidenta del Govern, Francina Armengol, y una de sus principales reclamaciones a realizar a Madrid fue la llegada de material de protección para trabajadores y usuarios de las residencias geriátricas. "Madrid tiene la compra centralizada y, por ello, hemos pedido al Ministerio que se equiparen los suministros de material a las residencias con los de los hospitales. Estamos hablando de una población de riesgo y vulnerable", apuntó Catalina Caldera a este periódico.

El sindicato USO, que es mayoritario en el comité de empresa del IMAS, ya denunció en una carta al presidente del organismo, Javier de JuanJavier de Juan, la falta de estos materiales para que los trabajadores puedan cuidar a los mayores en condiciones. Hay que tener en cuenta que solo en la residencia de la Bonanova de Palma conviven unos 400 usuarios y más de 200 trabajadores.

Catalina Cladera compareció ayer, tras reunirse con Armengol, para manifestar que el Consell estaba poniendo sus principales esfuerzos en la ayuda social y la prevención en los geriátricos y centros de discapacitados. Por ello, la presidenta insular anunció ayer que ya se ha puesto en marcha un plan de contingencia, en combinación con la conselleria de Salut, específico para las residencias de la tercera edad. Este plan consiste, según detalló Catalina Cladera, en aislar de los geriátricos de forma urgente cuando se detecte algún caso sospechoso de positivo por coronavirus. El aislamiento se realizará fuera de los centros para evitar la propagación del virus en un colectivo de alto riesgo. El Consell de Mallorca gestiona seis residencias públicas, más once de concertadas con los ayuntamientos. Ello hace que se superen el millar de ancianos que viven en los geriátricos bajo el control de la institución insular.

Catalina Cladera también anunció que ya se han prohibido las visitas presenciales de familiares a los ancianos de las residencias como medida preventiva para evitar contagios. Se incrementará el contacto telefónico entre los ancianos y sus familias durante este tiempo de cuarentena. El Consell también está extremado medidas en los centros de discapacitados con la ayuda de las entidades del tercer sector.

Monitorización de geriátricos

Por otra parte, la conselleria de Servicios Sociales monitorizará a las residencias para tener información en tiempo real sobre posibles contagios, tanto de internos como de personal, para poder actuar con la máxima celeridad, según explicó la consellera Fina Santiago. La titular de Servicios Sociales mostró su preocupación por el aislamiento de estas personas durante la cuarentena, señalando que en muchos casos se trata de personas solas o de parejas de muy avanzada edad.

De este modo, para "mantener el contacto" se ampliará el servicio de teleasistencia de los 7.500 usuarios actuales a los 10.500 con la entrega de 3.000 nuevos terminales del servicio que pondrá en marcha en los próximos días Servicios Sociales. Para ello se ha contratado a 90 operadores más.