La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) valora como "muy positiva" la orden del Gobierno que decreta el cierre de toda la planta hotelera y el resto de alojamientos en un plazo de una semana, que se decretó la noche del jueves por el coronavirus. Su vicepresidenta ejecutiva, María José Aguiló, remarca que era necesaria por "motivos sanitarios, de orden público y seguridad jurídica".

"Era necesario", asegura este viernes, "para evitar aglomeraciones de personas", pues a pesar de que con el estado de alarma están prohibidas y los clientes deben permanecer en las habitaciones, cuando acuden al servicio de comedor y el resto de restauración se concentran en grupos.

Asimismo, los hoteleros estaban preocupados por las situaciones conflictivas que se pudieran producir en situaciones de negativas a acatar el confinamiento, "que podía poner en peligro también a los trabajadores" obligados a "corregir esos comportamientos", mientras las fuerzas de seguridad están inmersos en tareas más importantes.

Y otra aspecto que urgía era el de brindar seguridad jurídica a los empresarios, que habían quedado excluidos en un primer momento de los ceses de actividad decretados por el estado de alarma. Así quedan protegidos en aspectos contractuales y de seguros

"Este fin de semana esperamos que se produzca prácticamente la salida de todos los clientes y quizás la semana que viene quede un contingente residual", ha explicado Aguiló. De esta manera en la isla podrá seguirse "la cuarentena sin problemas" añadidos por la actividad turística.

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