La unidad de cuidados intermedios neonatales de Son Espases albergaba ayer a unos 20 niños frágiles, con su sistema inmunitario inmaduro y, por tanto, más vulnerables ante el nuevo coronavirus. Pues bien, las mascarillas brillaban por su ausencia en este sensible espacio asistencial, donde tampoco existe aún un protocolo de acceso que "blinde" a estos pequeños frente a los contagios.

A los profesionales que trabajan en la unidad se les han negado las mascarillas pese a sus reiteradas peticiones ya que, alegan, en el manejo de estos bebés inmaduros mantener la distancia de seguridad es materialemente imposible, según denuncian varios padres que acuden día a día a la unidad y ven las condiciones en las que desarrollan su trabajo estos sanitarios.

"Nos han comentado que han pedido mascarillas pero que la dirección de enfermería y la gerencia se las han negado y les han amenazado, además, con abrirles un expediente disciplinario porque dice que están generando alarma con sus peticiones", explicaba una madre indignada con esta situación que añadía que, para colmo de la sinrazón, a las profesionales se les habría impedido confeccionar sus propias mascarillas.

Mascarillas de tela

"Nos contaron que habían contactado con unas costureras que se habrían mostrado dispuestas a confeccionarles de forma gratuita mascarillas de tela y con un bolsillo interno en el que poder colocar un trozo de papel de cocina que actúe como filtro. Pero también les han denegado esa solución", lamentaba la progenitora.

Esta situación está provocando que los sanitarios deban lavar mascarillas de un solo uso después de utilizarlas para que les duren todo el turno. "Y lo último. Nos han dicho que ahora les piden que usen una mascarilla de quirófano, que tiene una vida útil de dos horas, durante su jornada semanal de cinco dias", se escandalizaba esta madre.

Otras fuentes consultadas explican que, en los meses de invierno en los que circula el virus estacional de la gripe, los únicos familiares que pueden entrar en este sensible espacio asistencial son los padres. Para evitar contagios que podrían resultar fatales en estos bebés que, en muchos casos, acaban de superar la prematuridad.

Y que ahora se sigue haciendo así pese a que a estos progenitores no se les exije que accedan a la unidad ni con guantes ni con mascarillas. "Entran con tan solo una bata, ni siquiera se ponen bolsas en los zapatos. Y algunos ni siquiera se lavan las manos pese a que están tocando las incubadoras y a sus bebés. Y antes de llegar aquí han recorrido todo el hospital y tomado varios ascensores que no se desinfectan como deberían en una fase de contagio comunitaria como en la que nos encontramos", señalaban.

Los sanitarios del servicio no solo reclaman un protocolo riguroso que establezca cómo se debe acceder a este lugar con pacientes tan vulnerables ante el nuevo SARS-CoV-2 como las personas mayores con varias enfermedades asociadas. También exigen material de protección y soluciones hidroalcohólicas para lavarse las manos que también empiezan a escasear y que en breve la farmacia de Son Espases comenzará a elaborar como ya han hecho otros hospitales públicos.

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