"Como las UCIs de muchos hospitales del país se encuentran en estos momentos desbordadas por el nuevo coronavirus, es lógico que esté bajando el número de donantes", explica un profesional sanitario experto en donaciones del hospital de Son Espases, el único de Balears con capacidad de realizar trasplantes de riñóntrasplantes de riñón.

"Hay que intentar guardar un equilibrio entre las medidas que se toman para evitar un elevado número de contagios por el nuevo virus y otras intervenciones que se realizan en un hospital, como los trasplantes, que no olvidemos que también salvan vidas", recuerda.

Este experto en trasplantes renales, los únicos que por el momento se realizan en esta comunidad, subraya que desde comienzos de la semana pasada llevan informando a sus pacientes, que recuerda que son personas inmudeprimidas, con las defensas muy bajas y, por tanto, mas vulnerables ante el nuevo agente patógeno.

"Las recomendaciones son las mismas que para la población en general, pero han de seguirlas con una mayor escrupulosidad porque son un colectivo de riesgo", subraya.

Así, habrían restringido el acceso a la unidad de hemodiálisis realizando un cuestionario a todos los pacientes que acceden al hospital de día para someterse a estos tratamientos. "Antes de que entren en la sala les preguntamos dónde han estado, si han tenido contactos estrechos con contagiados y durante el tiempo que están sometiéndose al tratamiento les obligamos a llevar una mascarilla y a lavarse las manos con asiduidad", explica las medidas de precaución adoptadas.

Porque este profesional recuerda que la primera muerte atribuida en esta comunidad al nuevo coronavirus correspondió a una mujer de 59 años que, revela, "había sido trasplantada hace tiempo, padecía varias patologías graves y llevaba hospitalizada hacía varios días".

Setecientos trasplantados

Ahora, para prevenir contagios que serían peligrosos en estas personas tan frágiles, el servicio de Nefrología de Son Espases apuesta en la medida de lo posible por realizar consultas telefónicas y telemáticas y evitar aglomeraciones de pacientes. Y es que este servicio controla la evolución de 700 pacientes trasplantados de riñón y ofrece tratamientos de hemodiálisis ambulatorios a otros 40 mientras que 60 estarían en diálisis peritoneal en sus propios domicilios. Solo en Son Espases habría otros 400 pacientes pendientes de que una insuficiencia renal les obligue a someterse a hemodiálisis y, en toda la comunidad, unas 650 en las dos modalidades de este tratamiento.