Los sindicatos UGT y CCOO han exigido desde Balears que se paralice también la actividad en la construcción, al considerar que se está poniendo en peligro la salud de sus trabajadores ante el riesgo de contagiarse con el coronavirus. Los representantes de las federaciones de este sector en estos sindicatos, Sonia Saavedra y Francisco Lahilla respectivamente, han defendido que no se trata de una actividad básica al tiempo que han asegurado que en las obras no se están adoptando las medidas de protección adecuadas.

Saavedra fue tajante al denunciar que los trabajadores de las obras están en riesgo, ya que comparten herramientas y no siempre pueden mantener la distancia de un metro entre ellos para evitar el contagio, al tiempo que subrayó que en muchas ocasiones llegan a sus centros de trabajo en furgonetas de empresa en la que viajan varios de ellos, multiplicando el riesgo de contagio.

Al respecto, se insistió en que paralizar algunas semanas los trabajos de construcción que se están desarrollando no tiene por qué suponer un problema grave, ya que incluso en el caso de las reformas hoteleras, se recuerda que estos establecimientos también van a retrasar su apertura a causa de la pandemiavan a retrasar su apertura a causa de la pandemia, por lo que ya no es necesario cumplir con los plazos que se habían fijado para la conclusión de los trabajos, según apuntó Saavedra.

Para Lahilla, es una "barbaridad" el hecho de que "estén todos juntos sin distancia de seguridad". "No es lógico que unos sí puedan dejar de trabajar y otros no, estamos en estado de alarma sanitaria", añadió.

La representante de UGT no ocultó que el sector se encuentra en estos momentos en una punta de trabajo, dado que la actividad constructora es especialmente intensa durante el invierno, teniendo en cuenta que muchas normativas municipales limitan su actuación durante la temporada turística, pero defendió que se trata de proyectos que se pueden paralizar algunas semanas.

Por su parte, el presidente de la asociación de constructores de las islas, Eduardo López, defendió que su actividad se desarrolla al aire libre y que los trabajadores pueden mantener distancias prudenciales, de forma que el riesgo de contagio queda suprimido.

Sin embargo, añadió que se están manteniendo contactos con las Administraciones central y balear para aclarar cualquier duda que se pueda tener en relación a este tema y determinar la mejor forma de actuar ante la crisis sanitaria existente.

Agravio

"¿Por qué yo tengo que cerrar la tienda. Esta frase la están escuchando durante los últimos días los presidentes de las patronales de comercio de las islas, Toni Gayá de Afedeco y Antoni Fuster de Pimeco, procedentes de sus asociados, y ambos señalan que resulta difícil dar una respuesta lógica.

Por ello, consideran que se está cometiendo un agravio comparativo, dado que la construcción no es una actividad esencial, como en el caso del comercio no dedicado a los productos básicos, y en cambio este último sector se está viendo obligado a dar vacaciones a sus plantillas o a plantear algún expediente de regulación temporal de empleo, mientras que el primero está manteniendo actualmente un elevadísimo nivel de actividad.

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