"Para las pequeñas empresas, nuestros trabajadores son casi de la familia y no solo números", alega el presidente de la patronal de comercio Afedeco, Toni Gayá, para explicar por qué en su sector y en el de la restauración la mayoría de los pequeños negocios están optando de momento por dar vacaciones a sus empleados y evitar así tener que aplican un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Esta tesis es compartida por su homólogo en Pimeco, Antoni Fuster.
Aunque existe la justificación de una reducción temporal de plantilla o del horario de los empleados por causa de fuerza mayor, al verse obligados a cerrar la mayoría de los comercios y los negocios de restauración, desde las citadas patronales se señala que se está haciendo todo lo posible para evitar tener que aplicar recortes salariales y de jornada o el tener que dejar temporalmente en el paro a sus empleados, ya que "cuando acabe esta crisis los vamos a necesitar de nuevo", señala Gayá, y se busca generar el menor daño posible a sus trabajadores.
En este sentido, se recuerda que se trata de tiendas y bares con "uno o dos trabajadores con los que llevamos toda la vida".
Y todo ello a pesar de que la situación del sector se califica de "desesperada" por parte de los dos presidentes.
Su homólogo en la asociación de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, reconoce que en el caso de los restaurantes, la mayoría está todavía pendiente de tomar una decisión a la espera de analizar las medidas anunciadas ayer por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, aunque reconoce que para los negocios con un cierto volumen de trabajadores, la opción del ERTE puede ser la menos malala opción del ERTE puede ser la menos mala.
Robledo señala que en un momento en el que estos establecimientos se han visto obligados a cerrar sus puertas, cortando en seco la entrada de ingresos, resulta imposible mantener el pago de las nóminas si esta situación se prolonga durante algunas semanas. Por ello, apunta que la prioridad es evitar despidos permanentes, de ahí que se barajen los recortes de carácter temporal.
"En el peor momento"
Si en algo coinciden los tres presidentes de estas organizaciones empresariales, es que esta crisis se ha registrado en el peor momento.
Si la caída del tour operador Thomas Cook se registró al final de la pasada temporada alta en Balears, cuando estos negocios ya habían obtenido una parte importante de sus ingresos anuales, el coronavirus ha llegado cuando las reservas económicas estaban ya prácticamente agotadas, tanto porque se había entrado ya en una fase de desaceleración económica como porque los meses de invierno son los de menor actividad para buena parte de estos establecimientos.
"Estábamos aguantando como podíamos a la espera de que llegara la Semana Santa y nos entrara una bocanada de aire de la mano de un aumento de la clientela. Pero la Semana Santa ya está perdida", lamenta Robledo.
Los dos presidentes de las asociaciones de comercio coinciden con este análisis. La actual crisis sanitaria se ha registrado en el momento en el que estos negocios se encuentran en una situación más débil.
La conclusión a la que llegan los tres es la misma: al margen de que se den vacaciones o se reduzca la plantilla temporalmente, muchos de estos establecimientos no van a sobrevivir al actual estado de alarma.
CONTENIDO_RELACIONADO
- El Govern augura una avalancha de expedientes de regulación de empleo
FIN_CONTENIDO_RELACIONADO
