No todas las consecuencias del estado de alarma son negativas. Los cuerpos policiales han constadado una caída en picado de la actividad delictiva durante los últimos días, que agentes veteranos cifran en un 80%. Los delincuentes, como el resto de la población, se han confinado en sus casasconfinado en sus casas. Apenas se cometen delitos, pero también se ha desplomado la siniestralidad de carretera y los incendios, tanto forestales como en domicilios.

La pandemia del coronavirus y la declaración del estado de alarma han provocado una ralentización de la actividad en Balears, que se ha extendido al submundo de la delincuencia, según coinciden expertos agentes de la Policía Nacional, la Policía Local de Palma y la Guardia Civil.

Fuentes de los tres cuerpos policiales coinciden en cifrar en un 80% grosso modo la reducción de la criminalidad detectada desde que se decretó el estado de alarma en el país.

"Lo normal es que cada día se registren en nuestra central tres o cuatro casos penales", explica un veterano agente de la Policía Local de Palma, "pero en los últimos tres días solo hemos tenido uno".

Las fuentes consultadas coinciden en que esta reducción de la cifra de delitos tan acentuada, nunca vista hasta ahora, tiene varias causas. Por un lado, los delincuentes se están quedando en sus casas. El clima de inquietud provocado por la expansión de la pandemia del coronavirus y la gravedad de la situación, claramente visible tras la declaración del estado de alarma en toda España, ha calado también en los "chorizos" habituales. Es decir, que muchos se han quedado en sus casas, como el resto de la población.

Hay una segunda causa, explican las fuentes policiales, que habría que buscar en las medidas extraordinarias planteadas por las Fuerzas de Seguridad para garantizar el cumplimiento de las restricciones de movimientos.

"El incremento de los controles ha llevado a muchos delincuentes a cesar temporalmente en sus actividades", comenta otro de los agentes consultados. "Se está interceptando a numerosos viandantes para mantener el cumplimiento de las medidas de confinamiento. Ahora, cualquier vehículo en el que viajan más de dos personas va a ser interceptado, son carne de control".

Y así no hay quien trabaje, deben de pensar muchos de los amigos de lo ajeno.

Otro veterano policía apunta a un tercer factor: el cierre de bares y de establecimientos de ocio nocturno, que atraen en muchas ocasiones a los delincuentes en busca de clientes potenciales. "Con los bares cerrados no se vende alcohol", explica este agente, "y se elimina la conflictividad que genera en algunas personas el consumo excesivo. Es un aspecto a tener en cuenta".

Los agentes consultados indican que, en contra de lo que se podría pensar tras el confinamiento, se han reducido también los casos de violencia de género a un 50% aproximadamente. Aunque los policías se mantienen alerta y no descartan un repunte de estos delitos conforme vayan pasando los días. Ayer habían declarado solo tres detenidos al juzgado de guardia. Uno era el hombre que se negó a cumplir el confinamiento. Los otros dos eran casos de violencia de género.

Pero no ha sido la única consecuencia del confinamiento. Desde la Guardia Civil de Tráfico y la Policía Local de Palma se ha detectado un descenso, que calculan también en un 80%, en la siniestralidad en carretera. En este caso es una consecuencia obvia de la reducción del tráfico.

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