El cierre obligatorio de los hoteles no ha sido incluido entre las medidas del estado de alarma, directriz que desde la patronal hotelera mallorquina se consideraba el domingo más efectiva. También el Govern ayer solicitó a Madrid que permita hacerlo de forma escalonada para garantizar un regreso ordenado y lo más rápido posible. Las cadenas van tomando sus propias decisiones. Iberostar ayer anunció que cerrará sus hoteles en España y reducirá empleos "a escala global".

La compañía de los Fluxá echará el cierre de sus 38 establecimientos, medida que "previsiblemente" se irá extendiendo a otros países. La hotelera dice verse obligada a "abordar también medidas de suspensión temporal de la actividad laboral a escala global", incluida la de su banco de camas, World 2 Meet. La CEO del grupo, Sabina Fluxá, dice en un comunicado que alberga "la esperanza de retomar cuanto antes la actividad habitual".

Iberostar explica que la pandemia se ha convertido "en una crisis global de efectos y duración desconocidos", que la llevó ayer a comunicar a sus equipos la decisión del cierre.

Iberostar tiene dos hoteles abiertos en Platja de Palma. Al igual que RIU, cadena que todavía no ha tomado la decisión de cerrar sus establecimientos. Desde la cadena de los Riu se explicaba ayer que prevén que los turoperadores programen vuelos especiales para repatriar a sus clientes, mientras en sus hoteles aplican políticas de flexibilidad para que se vayan marchando. En el Grupo Barceló, con el Occidental Playa de Palma abierto, van cerrando servicios en los establecimientos y se brinda asistencia a los huéspedes para que vayan regresando a sus lugares de origen. Y en Meliá aún no han decidido echar el cierre. Los sindicatos piden a la compañía que readmita a los 23o despedidos y que les incorpore al ERTE.

La Asociación de Hoteleros de Playa de Palma está informando a sus clientes para que se queden en las habitaciones.