X. Vanrell se quedó sorprendida cuando el pasado viernes viajó desde Madrid a Mallorca, acompañada de su hija Blanca de cinco años, sin que le aplicaran ningún tipo de control en los aeropuertos ni de Alfonso Suárez-Madrid Barajas ni en Son Sant Joan: "Me pareció sorprendente que el Gobierno exija a los ciudadanos adoptar medidas de prevención y, sin embargo, Aena no tome ninguna precaución para evitar la propagación del virus en los aeródromos".

Su vuelo de Ryanair salió de Madrid a las 13.50 horas y llegó a la isla sobre las tres. Durante su paso por ambos aeropuertos a Vanrell, residente en Algaida, ni le proporcionaron desinfectante para limpiarse las manos al pasar los controles de seguridad ni desinfectaron las maletas. Tampoco le tomaron la temperatura para detectar si tenía síntomas.

"Me llamó la atención que las azafatas no llevaban mascarillas ni guantes durante su atención a los pasajeros", señala mientras recuerda que en la zona de facturación tampoco se guardaba el metro de distancia entre los pasajeros.

Se trasladó a Madrid el lunes pasado para pasar unas vacaciones de cinco días con su hija. Un día después empezaron las restricciones en la capital. Ella asegura que se encuentra bien aunque echó en falta encontrar paneles informativos sobre la epidemia, la manera de combatirla y teléfonos de contacto. "En mi vuelo procedente de Madrid coincidí con muchos universitarios mallorquines que volvían a Mallorca para pasar la cuarentena cuando en teoría debían permanecer en la capital", explica Vanrell.

En el momento de recoger las maletas en la cinta coincidió con otro vuelo en el que llegaron británicos y alemanes que en ningún momento fueron obligados a someterse a un control.

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