Además de los supermercados, los puntos de abastecimiento de gas en Mallorca también han visto como se conformaban largas colas para abastecerse de bombonas de gas butano. Desde primera hora de la mañana, los empleados del establecimiento del Polígono de Son Castelló no tenían un minuto de respiro.

Los vehículos conformaban una larga cola desde Gremi Selleters i Basters, donde se ubica el almacén, hasta el Camí dels Reis. Los conductores aguardaban pacientemente mirando el móvil, escuchando la radio o música hasta que les tocaba el turno. De algunos maleteros salían hasta media docena de bombonas para reponer.

Los dos empleados, un trabajador y el encargado, no paraban. "Encima tenemos uno menos. Un compañero ayer se puso mal cuando hacía el turno y se lo llevaron. Ya veremos, esperemos que no sea nada", comentaba resignado uno de ellos, cubierto con una mascarilla. Otros héroes invisibles de estos tiempos de confinamiento que merecen nuestro aplauso.