"Hemos acordado la suspensión de las clases presenciales a todos los niveles formativos, desde infantil a la universidad, y también las escoletes, a partir del próximo lunes y durante un período de dos semanas". Con estas palabras anunciaba ayer la presidenta del Govern, Francina Armengol, el cierre de los centros educativos por el coronavirus en Balears, que Diario de Mallorca ya había adelantado en su página web horas antes. La decisión forma parte de un paquete de medidas para intentar contener la pandemia en Balears. "Son decisiones drásticas, pero de carácter temporal", insistió la presidenta, quien aseguró que son iniciativas "difíciles" de tomar para el Govern, pero "necesarias" y pidió "responsabilidad y sacrificio a la ciudadanía".

La jefa del Ejecutivo efectuó estos anuncios tras la celebración ayer por la tarde de un Consell de Govern extraordinario. Horas antes, por la mañana, Armengol había negado que el Ejecutivo tuviera previsto el cierre de los centros educativos, a pesar de que, como informó este periódico, desde la conselleria de Educación ya se había enviado instrucciones a los centros escolares para que se prepararan.

Al ser preguntada por esta negativa a una decisión que llegaría poco después, la presidenta sostuvo que por la mañana el Govern todavía no había acordado esta medida ya que esperaba "concreción por parte del Gobierno central". Con estas palabras se refería a la recomendación de Pedro Sánchez de cerrar los centros educativos, después de decretar la "contención reforzada" respecto a la situación del coronavirus en España. "Ya he dicho esta mañana que iríamos tomando más medidas a medida que fueran avanzando las cosas", zanjó Armengol.

Aunque los alumnos no acudan a los centros, los profesores sí deberán hacerlo, con el fin de que se pueda seguir con la actividad educativa por la vía telemática en la medida de lo posible, en especial en casos como los estudiantes que deben someterse a las pruebas de acceso a la universidad. Además, el Govern ha ordenado la suspensión de todos los viajes de estudios al menos durante dos meses.

El paquete de medidas incluye prácticamente todos los ámbitos que impliquen la presencia de un elevado número de personas. En este sentido, Armengol hizo una llamada a los ciudadanos a evitar durante este tiempo estos lugares, si bien precisó que el Ejecutivo no contempla el cierre de establecimientos, comercios ni grandes superficies. "No queremos atacar nuestra economía, apelamos a la responsabilidad de la ciudadanía para que evite las grandes aglomeraciones", declaró.

Además, pidió al Gobierno central un fondo extraordinario para hacer frente a los gastos derivados de esta emergencia y habilitar mecanismos extraordinarios de inyección de liquidez autonómica, así como "flexibilizar los objetivos de estabilidad presupuestaria, regla de gasto y deuda" de las comunidades y ayuntamientos. A ello añadió "un mayor control" de quienes llegan a las islas procedentes de zonas con una elevada incidencia del coronavirus, incluyendo Madrid, País Vasco y La Rioja, a quienes pidió que al llegar las islas llamen el 061 en cuanto presenten síntomas. Como ejemplo, puso el caso de universitarios baleares que regresen de Madrid.

"La enfermedad pasará", se mostró confiada Armengol, quien recordó que Balears es "una de las pocas comunidades en las que el avance del contagio se mantiene lineal" y mostró su deseo de que "en unos días podamos decir que se pueden adelantar el final de algunas medidas". La presidenta insistió en que es consciente de que se trata de medidas "drásticas" que exigen un "sacrificio" de los ciudadanos, pero si con ellas se logra "contener" el coronavirus las islas saldrán dede esta situación "con más seguridad y fortalecidas".

200.000 alumnos de las islas se quedarán sin ir a los centros educativos

El cierre de los centros educativos de las islas decidido ayer por el Ejecutivo balear para contener el coronavirus, y que se aprobará hoy oficialmente en el Consell de Govern, afectará a casi 200.000 alumnos. En concreto, las islas cuentan con 155.404 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato; 16.163 estudiantes en la UIB, 14.847 alumnos de FP Básica, Grado Medio y Superior y 770 de Enseñanzas Artísticas Superiores. A ellos hay que añadir 1.700 niños que acuden a guarderías y 9.500 de escoletes públicas y privadas. Todos ellos se verán afectados por el cierre de los centros a partir del lunes y durante dos semanas, tras las cuales el Govern analizará la situación y decidirá si es preciso alargar el tiempo del cierre. Un cierre que se suma al de los demás centros educativos de España. En total se quedarán sin clase 10 millones de estudiantes.