El sector mallorquín del chárter náutico se enfrenta a una temporada turística con un ligero descenso en las reservas, pero también con un apreciable recorte en la cifra de barcos 'piratas' que se dedicaban a esta actividad de forma irregular, según destaca el presidente de la asociación que agrupa a este colectivo en Balears, José María Jiménez. Por contra, el número de embarcaciones que se han regularizado para su alquiler se ha más que duplicado en pocos años, hasta situarse actualmente por encima de las 4.000, poniendo en evidencia que se trata de una actividad sobredimensionada.
Durante mucho tiempo, Jiménez estuvo denunciando el fuerte crecimiento en el número de yates que se alquilaban en las islas de forma irregular y exigiendo medidas al Govern para frenar un avance que corría paralelo al aumento en la cifra de embarcaciones turísticas que llegaban al archipiélago, hasta llegar a estimarlo por encima de los 1.500 barcos. En estos momentos, el cálculo del presidente de esta asociación empresarial sitúa ese número en torno a los 500 en el conjunto de las islas, con unos 200 en Mallorca (básicamente los llegados cada verano desde otros países), una vez que desde la conselleria de Movilidad se intensificaron los controles para hacer frete a las bolsas de actividad irregular.
Un aspecto subrayado por José María Jiménez es que cuando hizo la primera estimación de las embarcaciones 'piratas', situándola claramente por encima de las 1.500, "me quedé corto", a la vista del número de las que finalmente se han inscrito para poder ser alquiladas a turistas de forma legal.
Porque si en un principio los barcos inscritos en el registro creado por el Govern para poder trabajar sin problemas estaban por debajo de los 2.000, en estos momentos supera ampliamente los 4.000, y las ventas de nuevos yates no explican un incremento tan importante, según el presidente de la citada asociación empresarial. Jiménez pone de relieve que lo que muestra esta evolución es la gran cantidad de yates que se alquilaban de forma ilegal y que han optado por regularizarse para no tener problemas, una vez el Govern impulsó las inspecciones y elevó las sanciones a aplicar.
Pero esas más de 4.000 embarcaciones registradas ponen en evidencia que se trata de una actividad con exceso de oferta, señala Jiménez. Con un agravante adicional, añade, derivado de que muchos de estos barcos se alquilan como actividad complementaria, para obtener unos ingresos extras, y con mantenimientos que no siempre son los adecuados, lo que propicia las averías en el momento en el que están siendo utilizados por los turistas.
En abril, más controles
El director general de Transporte Marítimo, Xavier Ramis, comparte la satisfacción de Jiménez ante la reducción de la economía sumergida que existía en el sector del chárter náutico, y achaca los buenos resultados obtenidos a la colaboración abierta entre la Conselleria y la citada organización empresarial.
Además, puso en valor que muchos barcos que antes actuaban 'en negro' ahora se hayan registrado, dado que así se ven obligados a cumplir una serie de requisitos, elevando la calidad del servicio que se presta.
Ramis destacó el aumento de los controles realizados por su departamento, y anunció que a partir de abril volverán a ponerse en marcha, con visitas a los puertos más importantes de las islas para revisar estas embarcaciones.
Por otro lado, José María Jiménez indicó que para este año el sector prevé una bajada de las contrataciones del 3% al 5% debido a la desaceleración económica.
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