Ruth Mateu, exconsellera de Cultura, se desmarcó ayer del caso Contratos al alegar que en esas fechas, en marzo de 2016, aún no era consellera y, por tanto, no tenía ninguna responsabilidad en la adjudicación de contratos menores a las empresas de Jaume Garau, el exjefe de la campaña electoral de Més en 2015.

Mateu declaró ayer por la mañana en calidad de investigada en el juzgado de Palma que instruye la segunda parte del caso Contratos. Su comparecencia fue muy breve, de apenas quince minutos. Luego, fue el turno del ex director general de Cultura, Jaume Gomila, quien justificó las encuestas que realizó Garau sobre el grado de satisfacción y preferencias musicales del público de los conciertos de la Orquesta Sinfónica de las Illes Balears para mejorar la situación que había y aumentar el número de asistentes y abonados. Según su versión, este trabajo demoscópico era necesario y dio sus frutos.

Tanto Mateu como Gomila declararon ante la magistrada del juzgado de instrucción número 12 de Palma y el fiscal anticorrupción de Balears, Juan Carrau, por un único contrato menor adjudicado a principios de 2016 a una sociedad administrada por Jaume Garau por un precio de 17.500 euros más IVA a través del Consorci per a la Música de les Illes Balears.

La exconsellera de Cultura se desvinculó de este procedimiento. "Ha ido muy bien la declaración. Nos habían citado solo por un contrato menor de la Orquesta Sinfónica. En el momento de adjudicarse, yo ni siquiera era consellera. Por tanto, consideramos que no tendría que estar querellada por estos hechos. Hemos pedido que se retire la querella. Parece que se está valorando por parte del Partido Popular. Si no se retira, pediremos que se archive el caso porque no hay ningún motivo", detalló Ruth Mateu a la salida de la sede de Vía Alemania.

"Aunque yo no fuera consellera, este contrato menor de la Orquesta Sinfónica tuvo unos frutos muy importantes porque la Orquesta Sinfónica se redirigió a muchos públicos diferentes, a muchos tipos de conciertos y se abrió a todas las islas. Quiero también dar las gracias a la que fue la gerente de la Orquesta Sinfónica por hacer este cambio de rumbo, Mar Rescalvo", señaló la exconsellera de Cultura.

"Se hicieron unas 600 encuestas y un estudio posterior. El precio era de mercado. Había diferentes presupuestos y se adjudicó al presupuesto más económico y siguiendo los procedimientos legales que tocaban", argumentó Mateu.

El ex director general de Cultura, Jaume Gomila, también declaró ante la jueza durante quince minutos y recalcó que fue una decisión de los técnicos llevar a cabo este trabajo porque era necesario. Según su versión, él simplemente autorizó y firmó. Gomila recordó que la situación que encontró era caótica y había que poner orden. Las encuestas se hicieron para mejorar la situación y, según ha reconocido, dieron buenos resultados, tal como defendió ayer también la exconsellera.

Jaume Garau, Ruth Mateu y varios exaltos cargos de Més ya fueron investigados por el juzgado de instrucción 9 de Palma en el caso Contratos por otras adjudicaciones. El magistrado Enrique Morell archivó la causa al no apreciar indicios delictivos.

El Partido Popular introdujo en su querella por prevaricación, tráfico de influencias, malversación y fraude otros contratos sospechosos, por los que ahora han declarado Garau, Mateu y Gomila, entre otros. Se trata de cuatro adjudicaciones otorgadas entre 2015 y 2017 por la conselleria de Cultura de Ruth Mateu, a través del Consorci per a la Música de les Illes Balears; el ayuntamiento de Palma, mediante el Patronat de l'Habitatge- Rehabilitació de Barris; el ayuntamiento de Calvià a través de la empresa pública Calvià 2000 y el Consell de Formentera, mediante el Patronat Municipal de Turisme de Formentera.

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