P Esta semana ha dejado la presidencia de El Pi y su escaño en el Parlament y aún así hay quien cree que usted al final no se irá.
R Sé que ha costado entender que me iría. La política la llevo dentro y no la dejaré nunca, no dejaré nunca de opinar y expresar aquello que pienso o creo.
P ¿Pero no le volveremos a ver en ningún cargo político?
R No, ya no me toca tener cargo. Los he tenido y ahora creo que en El Pi hay mucha gente preparada.
P ¿Después de su dimisión es Xisca Mora la presidenta interina de El Pi? Hay división al respecto.
R Los Estatutos son claros en lo que se refiere a la presidencia de El Pi de Mallorca, pero en el caso de El Pi de Balears dan lugar a la interpretación. En Balears podría serlo uno de los vicepresidentes de Eivissa o Menorca. El comité ejecutivo deberá reunirse para decidirlo y resolverlo cuanto antes.
P ¿Debe ser Mora la próxima presidenta tras el congreso de El Pi?
R Confiaba en que Melià y Mora hubieran dimitido de sus cargos como secretario y vicepresidenta. Si algo no se ha hecho bien, yo no soy el único culpable y ellos tienen una responsabilidad. ¿Que luego Mora pueda ser candidata? Desde luego, no es mi candidata.
P ¿Tiene un candidato?
R No, pero creo que es el momento de dar paso a gente nueva.
P Desde su salida, el partido está más dividido que nunca. ¿Debe haber una lista única de consenso para el congreso?
R Hay que intentar encontrar una lista de consenso. Es lo que a mí me gustaría. Pero si no es posible, hay que dejar que haya dos o tres listas. Ya vemos que hay más de una forma de ver el partido.
P ¿Detrás de su dimisión había un plan o una estrategia?
R Yo no quiero dimitir ni me quiero ir. Tuvimos en Mallorca los mismos diputados que Podemos, Ciudadanos o Vox que salen cada día en todas las teles y nosotros no, pero para crecer más propongo ampliar nuestra base y propongo tener dedicación exclusiva como he hecho yo, que me he llegado a sentir solo por momentos. Cuando propongo esto me encuentro con una postura estática, sin alternativa y de no, no y no.
P ¿Cuándo decide decir basta?
R Salió Miquel Munar para llegar a un acuerdo, lo aceptamos Melià y yo y después Melià se niega y me niega unos cambios en las secretarías. ¿Por qué? Porque no son de su forma de ver las cosas. Ahí es cuando veo que es el momento de irme.
P ¿Tuvo la sensación de que esas negativas buscaban precisamente que usted se fuera?
R Sí, es mi sensación desde hace un año y medio. Igual no es así y responde a una forma de ser. Si era una estrategia por su parte, desde luego no ha sido buena.
P Propuso un cambio de rumbo en el partido: ser más regionalistas y menos nacionalistas. ¿En qué se tenía que plasmar?
R Planteé abrir un debate sin salir de que somos de centro y autonomistas. Lo que le dije a Melià es que en su comité de Palma hay personas que no son de El Pi, porque son independentistas o soberanistas, y lo que deben hacer es irse a Més, que es quien defiende esas cosas. Melià dice que cabe todo el mundo, pero no, en El Pi cabe quien se siente balear pero está cómodo en España, igual que pasa en Coalición Canaria o en el Partido Regionalista Cántabro.
P Entonces, ¿había que sacrificar esas personas del partido para poder ampliar la base?
R No sacrificábamos ningún voto, los que se sienten nacionalistas o soberanistas votan a Més. El Pi tiene que centrarse: ¿Balears? Sí. ¿Dónde? En España. ¿Que acatamos la Constitución? Sí. ¿Que queremos mejorar nuestro autogobierno? También. Se dónde está nuestro votante. Alcaldes nuestros durante la campaña no se atreven a hacer en sus pueblos el discurso que hacen en privado porque saben que no les votarían.
P La única vez que le recuerdo leyendo una intervención fue el posicionamiento del partido sobre la sentencia del procés. ¿El procés catalán ha roto El Pi?
R Ha hecho mucho daño. No podemos perder el tiempo en los dolores de cabeza de Cataluña, que no son los de Balears. El documento que tuve que leer llevó mil discusiones. Yo lo he dicho muchas veces: Madrid no debería haber judicializado el tema y Cataluña no podía tomar un camino saltándose las leyes. Después han llegado oportunistas que han venido a enfrentar a la sociedad. No podemos estar enredados en peleas de bar.
P ¿Cuál es ahora mismo su relación personal con Pep Melià?
R Cuando nos vemos nos saludamos pero es fría, no lo puedo esconder. Con Xisca [Mora] también. Yo lo que pienso lo he dicho, ellos lo único que han dicho es no. Ellos piden calma, cuando lo que toca es darse prisa para que haya relevo. Ni calma ni punyetes.
P Se atribuye su ruptura a su propuesta gobernar el Consell con PSOE, Més y Podemos. ¿Se hubiera entendido? En campaña rechazaba a Podemos y Vox.
R Sólo con el PSOE, nunca planteé un acuerdo con Podemos y Més. Quería negociar con el PSOE participar en la Conselleria de Cooperación Local, dado nuestro peso en la política municipal. Pero se me negó y ni se negoció.
P Pero suponía estar en un gobierno con Podemos y Més.
R Mi idea era más compleja. Hay quien espera ser bisagra para gobernar, pero en Inca o Marratxí estamos en el equipo de gobierno sin ser necesarios. No se puede plantear la misma política de pactos que hace quince o veinte años.
P El Pi tiene a nivel municipal el triple de pactos con PSOE que con PP. Se habló de un pacto suyo con Francina Armengol.
R Un día nos vimos y hablamos, pero no. Pero esos acuerdos demuestran que habría que haber pactado también en el Consell.
P La presidenta le dedicó buenas palabras en su despedida. ¿Qué tiene que decir de ella?
R Lo mismo que me dijo ella, que es una persona con capacidad de diálogo: estando en el PP cerré muchos acuerdos con ella siendo presidenta del Consell de Mallorca.
P El líder del PP, Biel Company le definió como un político de raza, ¿como le define usted a él?
R Biel [Company] tiene mucha ilusión en su proyecto, pero creo que a veces desde Madrid no le dejan hacer según qué cosas, pero le veo luchando y es importante.
P ¿Se va de la política con alguna espina clavada? ¿Le ha faltado alcanzar algún cargo?
R Cargo ninguno, la única espina que tengo es no haber visto compensada la insularidad, que no se entienda lo que supone para Balears.
