El documento elaborado para el manejo domiciliario de los pacientes con coronavirus elaborado por el ministerio de Sanidad y en cuya redacción ha colaborado, entre otros, el doctor Javier Arranz, miembro del comité balear de alerta por el coronavirus, establece que la vivienda donde se asistirá al paciente debe cumplir una serie de condiciones. Así, el paciente deberá disponer de una habitación de uso individual o, en su defecto, de un lugar en el que se pueda garantizar que mantiene una distancia de seguridad mínima de dos metros con el resto de convivientes en el domicilio.

La estancia del paciente deberá "tener ventilación adecuada directa a la calle y no deben existir corrientes forzadas" de aires acondicionados. Asimismo deberá contar con baño de uso individual o tendrá que ser limpiado con lejía tras cada uso del paciente.

También se pide un intercomunicador (como los usados para vigilar a los bebés) para que el enfermo pueda comunicarse con sus familiares sin salir de la habitación. Un móvil podrá sustituir a este aparato.

En la habitación se pide un cubo de basura con tapa de apertura de pedal y una bolsa de plástico hermética para los residuos, un cambio de toallas cada vez que estén húmedas y la prohibición de recibir visitas durante el aislamiento así como un registro de las entradas y salidas de la habitación del enfermo.