La británica Flybe se declaró ayer en quiebra. La aerolínea con sede en el aeropuerto de Exeter llevaba tiempo atravesando una situación complicada. Y en medio de la vorágine por la crisis provocada por el coronavirus se ha venido abajo, dejando a 2.000 trabajadores y a sus clientes en la estacada.

La compañía, que no ha logrado un rescate financiero por parte del Gobierno británico, hizo pública su situación anunciando que todos sus vuelos se cancelaban y pidiendo a los viajeros que no fueran a los aeropuertos.

Flybe, además de ser una aerolínea regional, volaba a Mallorca en la temporada de verano. Ayer, a través de las redes sociales, se podían leer las quejas de los británicos que la habían contratado para volar a la isla a partir de mayo. En 2019 viajaron a Son Sant Joan casi 32.000 pasajeros a bordo de sus aviones.

“Estamos preocupados por las plazas de avión y cómo afecte a los turoperadores” y por la ralentización de las reservas, declaró ayer Mauricio Carballeda, presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf. La apertura de hoteles en abril. Desde la FEHM se está recabando información para verificar el volumen de cancelaciones.

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